Buscando reemplazar los envases plásticos, muy contaminantes y difíciles de reciclar, una empresa fundada por un español y un francés en Londres ideó una solución original consistente en fabricar embalajes biodegradables y comestibles a base de algas.
Gracias a sus productos, la start-up Notpla fue seleccionada entre las 15 finalistas este año del premio Earthshot, creado por el príncipe Guillermo, heredero al trono británico, para recompensar contribuciones innovadores al combate contra el cambio climático.
La idea germinó hace unos diez años en una pequeña cocina londinense de la mano del español Rodrigo García González y el francés Pierre Paslier, que estudiaban innovación de diseño en el Imperial College y el Royal College of Art de Londres.
"Yo estaba trabajando con otro proyecto que consistía en hacer una nube artificial para proporcionar agua en distintas comunidades, en España por ejemplo, una especie de gran globo en el interior del cual se podía evaporar agua del mar y transportarla volando por el aire", explica García, que había comenzado su carrera como arquitecto buscando dar una segunda vida a residuos como botellas de plástico.
Para ello "empezamos una investigación en distintos materiales y encontramos el alga como una fuente viable para hacer membranas que pudiesen contener líquido", recuerda.
De ahí derivó en 2014 su primer envase, producto estrella de Notpla, una burbuja del tamaño de una pelota de golf para encerrar agua o cualquier otra bebida, que distribuyen desde hace años en festivales de música y eventos deportivos.
Bautizado Ooho, se introduce en la boca y proporciona al mismo tiempo líquido, desde agua hasta cócteles pasando por bebidas energéticas, y la proteína del alga comestible, con una textura parecida a la de un bombón gelatinoso.
- Revestimientos, bolsas y papel -
El video en que presentaron Ooho se hizo viral y rápidamente surgieron inversores, lo que les permitió fundar una empresa que en ocho años no ha dejado de crecer y tiene ya 75 trabajadores.
El grupo desarrolla ahora otras soluciones a base de algas como revestimiento biodegradable para reemplazar al plástico en el interior de las cajas de cartón de la comida para llevar.
Nutpla abastece así al grupo británico Just Eat en el Reino Unido y otros cinco países europeos.
Los platos que este gigante del reparto de comidas vendió en julio en la final de la Eurocopa de fútbol femenino, celebrada en Londres, estaban envasados en productos de Notpla.
Otras de sus innovaciones son una bolsa transparente para productos secos como la pasta, envases para pasta de dientes o aceites y un "papel de algas".
- "Cualidades increíbles" -
Las algas "tienen unas cualidades increíbles", explica Paslier, de 35 años, que empezó como ingeniero de embalajes en L'Oréal trabajando a partir de materiales plásticos "que al final acaban en el medio ambiente".
Al no necesitar tierra, las algas no compiten con otro tipo de agricultura, "crecen muy rápido, algunas algas que utilizamos en nuestros laboratorios crecen cerca de un metro al día. (...) Tampoco precisan ninguna actividad humana para crecer, no necesitamos regarlas ni abonarlas", subraya.
Además "desacidifican los océanos y secuestran carbono", agrega García, de 38 años, calificándolas de "recurso del futuro".
Como "las algas existen desde hace miles de millones de años, sabemos que independientemente de donde terminen nuestros envases no resultarán contaminantes y la naturaleza sabrá cómo descomponerlos", subraya orgulloso Paslier.
De momento, los productos de Notpla resultan más caros que los envases de plástico.
Sin embargo, cuando empiecen a fabricarlos a escala industrial, esperan reducir su sobrecoste a entre 5% y 10%.
Esta empresa confía en beneficiarse de que cada vez más gobiernos estén endureciendo su reglamentación en aras de reducir los residuos de plásticos, uno de los materiales más tóxicos y dañinos para la naturaleza, sobre todo para los ecosistemas marinos.
Según un informe reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la cantidad de residuos de plástico se triplicará de aquí a 2060, llegando a superar los mil millones de toneladas anuales.
Los premios Earthshot se entregan el 4 de diciembre en Estados Unidos y cada uno de los cinco ganadores se llevará un millón de libras (1,2 millones de dólares).