En la ciudad abundan lugares especializados en la compra y venta de plantas, flores, fertilizantes entre diversos aditamentos para sus cuidados. Quienes se encargan de estos sitios saben que estos meses son buenos para el cultivo y mantenimiento de las especies con las que cuentan, además de que la gente comienza a comprar más.
Según Ángeles Becerra, ingeniera agrónomo y propietaria de uno de los viveros con más tradición en la capital, mantener un negocio de esta índole es complicado por el trabajo que implica desde cultivar y mantener en óptimas condiciones el producto.
Según la experta los meses de noviembre, diciembre y enero son difíciles para las ventas pues generalmente la gente no compra a excepción de los árboles de navidad y las flores de nochebuena, sin embargo ya por primavera, los clientes comienzan a diseñar sus jardines y la venta se reactiva.
Entre los principales cuidados que las plantas deben tener a su decir es identificar si esta es de sol, sombra o media sombra de ahí va cuantas veces y que cantidad de agua requieren, pues hay algunas que diariamente deben recibir el vital líquido.
Tener un buen fertilizante es esencial, pues hay flores que deben estar bien vitaminadas para que florezcan adecuadamente, incluyendo su raíz y hojas. Una buena tierra también garantiza que luzcan espectaculares.
La poda se hace aproximadamente cada mes dependiendo de la especie y es importante realizarla junto con la fertilización para mantenerlas en óptimo estado.
Las plantas además de dar vida al jardin, hogar, oficina o cualquier espacio, aportan frescura y hay algunas especies, que por los olores que despiden pueden ser relajantes y crear una atmósfera de paz en el ambiente, por eso Becerra recomienda siempre adquirir con expertos y comprar en lugares establecidos, pues ahí se encuentra la garantía que estas han sido tratadas adecuadamente y bajo un proceso, por lo consiguiente durarán mucho más tiempo y en perfectas condiciones a diferencia de cuando se obtienen en puestos callejeros, ya que en el ajetreo de los traslados lastiman la raíz y al ser trasplantadas muchas veces se secan, "no es que uno no tenga buena mano o que las plantas no te quieran y no se te "den", la realidad es que la raíz no se encuentra en óptimas condiciones y su tratamiento no es el adecuado y al trasplantar al poco tiempo se seca y muere" finalizó