El muicle crece en el sureste del país, Chiapas y Quintana Roo, así como en el centro, Morelos y el Valle de México.
Desde tiempos prehispánicos, se cree que esta planta tienen efectos positivos en cualquier afección de la sangre, ya que tiene los nutrientes necesarios para combatir la anemia y que ayuda en cualquier situación referente al periodo menstrual, tomándose como té después del temazcal y suele usarse como agua de uso.
También ayuda para el tratamiento de las afecciones estomacales y respiratorias, así como del dengue y la disentería, para la presión arterial, para tratar el cáncer de útero, el dolor de cabeza, baños después del parto y enfermedades de la piel.
Ya en el siglo XX, Maximino Martínez cita los usos siguientes: antidisentérico, antiepiléptico, antiescabiático, apoplejía, estimulante, para las metrorragias y fortalecer los nervios. Finalmente, Luis Cabrera de Córdoba lo consigna como antidiarreico, antiespasmódico y útil durante la menopausia.
No se debe tomar en las últimas etapas del embarazo, como muchas otras plantas y se debe usar siempre con la recomendación de un experto en la materia.
Fuente: uv. mx