Se tiene la errónea creencia de pensar que las orquídeas son difícil de mantener, pero no es así. Siempre hay que tener en cuenta, por supuesto, algunos de sus requisitos básicos. Con un cuidado efectivo, la orquídea puede florecer varias veces al año. De hecho, las orquídeas Phalaenopsis se adaptarán mucho mejor a la vida de interiores que a las condiciones externas, según expertos de interflora, la orquídea Phalaenopsis es epifita, esto quiere decir que crece sobre otras plantas y árboles con ayuda de sus raíces, que por tanto no las utilizan para nutrirse.
La luz tiene una gran importancia en su cuidado, es por ello encontrar el lugar adecuado para una correcta floración. Por ello lo ideal es colocarla cerca de una ventana o una terraza, pero ten cuidado con la luz directa en sus hojas.
La temperatura ideal para esta planta debería de mantenerse entre los 22ºC durante el día y entre 16º y 20ºC por la noche, necesita un alto nivel de humedad que se mantenga entre el 60 y el 80% para ella todo el tiempo, no requiere una gran cantidad de agua para su floración. Por lo general es recomendable regarlas una vez por semana, cuando la tierra esté seca, dependiendo de la estación del año en la que se esté.
Las plagas más comunes que puedes encontrar en las orquídeas son los caracoles y las babosas, sobre todos si están en el jardín, pero con un bie de fertilizante y vitaminas dejará de ser un problema. Cualquier planta afectada por una plaga o enfermedad, se debe aislar del resto de plantas, para someterla al tratamiento que necesite.