La jirafa es el único mamífero del planeta que es totalmente muda, ya que no tiene cuerdas vocales, pero entre ellas se comunican a través de sonidos que no pueden ser percibidos por el oído de los seres humanos.
De ahí que las jirafas tienen que comunicarse por estímulos visuales y olfativos. Para cortejar a sus parejas, lanzan una especie de canto, parecido a la tos humana.
Posee una llamativa lengua, de un color negro grisáceo, que es tan larga que le permite utilizarla para alcanzar objetos más alejados, e incluso también para limpiar sus oídos.
Mide unos 50 centímetros o 20 pulgadas, y es tan fuerte que le permite envolver ramas pesadas, arrancarlas y hasta quebrar gruesas espinas.