Desde la antigüedad las diferentes culturas han estudiado el comportamiento humano a nivel espiritual y en los tiempos que se viven, donde el estrés, el ajetreo diario, los problemas y los malos pensamientos abundan es necesario subir las vibraciones del cuerpo energético y limpiar todo lo denso que rodea al ser humano.
Para Tery Olivo, esotérica con más de 20 años de experiencia en el campo holístico y dueña de una de las tiendas más prestigiada en los Ángeles California, es importante descargar las malas energías para no sentir esa pesadumbre que se confunde con cansancio físico.
Uno de los rituales que recomienda la experta es al llegar a casa descalzarse, pues los pies tienen infinidad de terminaciones nerviosas que al estar en contacto con el suelo eliminan los iones positivos que perjudican la salud, tradición que realizan los mulsumanes y budistas.
Pararse frente a un altar, flores o un sitio especial, comenzar a inhalar sintiendo el oxígeno desde la punta del pie y hasta la cabeza imaginando que toda la energía negativa sale por las piernas, bajando por las plantas de los pies a la tierra, es de gran ayuda.
Según el blog de Esotérica Institution dedicada al estudio de la sabiduría ancestral, los baños espirituales donde hay una purificación sería otro aliado para desprendernos de todo lo malo que se tenga; para el alquimista Aleister Crowley, la purificación debe ser corta, pero lenta, sin prisas, colocando agua, vinagre y un puño de sal de grano en una jarra y al terminar la ducha usarlo del cuello hasta los pies, para muchas creencias es el gran liberador de larvas astrales.
El pentáculo es un elemento utilizado para proteger, sellar y evitar las malas influencias. Los cinco puntos de este representan los elementos de la naturaleza y el espíritu, para quienes se dedican a la clarividencia dicen que da una sincronía entre cuerpo y mente, atrayendo el espíritu de la diosa Hygeia, matriarca de la salud, por lo que recomiendan pintarlo y observar con frecuencia.
Los sonidos son de suma relevancia para sanar, limpiar y liberar, mantas, instrumentos como el tambor o las sonajas equilibran y amplían la conciencia. En la ceremonia es importante invocar mientras suena alguno de los sonidos a los Arcángeles que ayudarán a liberar todos los campos energéticos que bajen las vibraciones.