Enchiladas, gorditas, sopes, flautas, quesadillas son solo algunos de los antojitos mexicanos, pero no nos olvidemos de los “huaraches”, un platillo típico y muy delicioso que todos conocemos, te compartimos su historia.
La historia de este platillo fue creación de una mujer, viuda y madre de 5 hijos que no sabía hacer tortillas, pero la necesidad de mantener a sus pequeños la llevaron a compartir su sazón con otros.
El nombre de esta mujer es Carmen Medina, ella fue “robada” por su esposo, acto que se acostumbraba en la década de 1910, ya viviendo con quien sería su esposo le ayudaba a vender todo lo que cosechaban en el campo, esto durante 15 años, hasta que él murió inesperadamente, por lo que Carmen tuvo que buscar la forma de seguir llevando el sustento a su casa.
Muy decidida y como pudo, montó un pequeño puesto en el mercado de Jamaica en Ciudad de México en donde ofrecía gorditas, sopes y tlacoyos de frijol y así fue como con su sazón logró enamorar a sus comensales.
Luego de 15 años de poner su puesto todos los días, su reconocimiento llegaría, cuando un carnicero le pidió ponerle unas costillas de puerco a sus gorditas, ya con este ingrediente de más Carmen comenzó a alargar la tortilla pero mantuvo el mismo precio.
La noticia de este nuevo platillo llegó a sus clientes y a más personas que visitaban el mercado, ellos comenzaron a comprar por su tamaño y forma de un huarache, fue así como se bautizaría la nueva creación de Carmen.
Gracias al éxito que tuvo, Carmen se vio en la necesidad de contratar a dos mujeres más para que la ayudaran y después de 25 años, pudo abrir su primer local, después llegó la renovación del mercado Jamaica, donde se le asignó un espacio dentro, sin embargo, en ese lugar no pasaba mucha gente por lo que junto con su hijo, buscaron un nuevo lugar con el objetivo de ampliar el negocio.
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Con el paso del tiempo, dos de sus hijos la estuvieron siempre apoyando en el negocio y haciendo cada vez más popular “el huarache” en todo el país, pero su creación sigue vigente en el local del “Huarache AZTECA” Y “El Huarache de Jamaica”, ambos locales permanecen hasta hoy gracias a los bisnietos de Carmen.
