Antigua leyenda oriental que nos da una gran enseñanza de vida.
La historia cuenta que hace muchos años un hombre enviudó y se quedó a cargo de sus dos hijas, las cuidó y les dio mucho amor, ellas eran muy curiosas y siempre hacían preguntas y aunque el padre trataba de contestarlas, decidió enviarlas a vivir por un tiempo con un sabio anciano para que las pequeñas resolvieran sus dudas.
Las niñas aprendieron mucho con el sabio, sin embargo empezaron a hacer preguntas muy difíciles que ya no podía contestar.
Un día una de las niñas fue al bosque y regresó con una mariposa azul envuelta en un delantal, se puso al animal en la mano y le explicó a su hermana que le haría una pregunta al sabio y era que le dijera si la mariposa estaba viva o muerta, “si responde que está viva, apretaré la mano y la mataré, si responde que está muerta, la dejaré libre”. Respondiera lo que respondiera, el anciano estaría equivocado y las niñas tendrían su victoria.
En cuanto le hicieron la pregunta al sabio, este contestó: “Depende de ti, ella está en tus manos”.
La lección es que las personas prefieren señalar a otros por sus errores en lugar de asumirlos, lo que nos lleva a pensar que en la vida tomamos decisiones acertadas y erróneas y que de todas aprenderemos mucho o poco.
Todos tenemos una mariposa azul y es nuestra vida, tenemos la opción de aplastarla o dejarla libre. La decisión es completamente nuestra y no podemos responsabilizar a nadie más por ella.