Sentirse que uno no encaja en el mundo es uno de los sentimientos que causa más desasosiego y genera todo tipo de ansiedad y depresión. Esa sensación de autopercepción e incapacidad, de falta de valía para con los otros, es muy frecuente, pero se debe comenzar a trabajar en ella.
Las causas más habituales de la timidez y el rechazo social son relacionadas con la baja autoestima según indica el psicoanalista Santos Miranda, quien advierte que no estar conforme con lo que se ve en el espejo, la opinión personal e incluso el rechazo o el control de los padres es de alguna manera lo que va generando este trastorno.
El psicólogo Unai Aso, quien es experto en orientación Cognitivo-Conductual explica que el miedo al rechazo es una respuesta emocional que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas. Este temor puede surgir en diversas situaciones, desde el ámbito personal o de pareja, hasta el profesional, impactando en las decisiones que tomamos y en el modo en que nos comportamos. Pero, ¿qué es exactamente el miedo al rechazo y cómo nos afecta?
“El miedo al rechazo en psicología se define como una aversión a la desaprobación social. Según estudios recientes, el miedo al rechazo y el miedo al abandono pueden desencadenar una serie de reacciones fisiológicas y emocionales que son muy similares a las que se producen cuando sentimos dolor físico, ansiedad y estrés. Además, se ha demostrado que el tener miedo al rechazo puede limitar nuestras interacciones sociales y oportunidades de crecimiento personal y profesional”, mencionó.
El experto refiere que una persona que sufre de miedo a ser rechazado puede mostrar comportamientos evitativos, evitando situaciones en las que percibe un riesgo de rechazo.
“Esto se debe, en parte, a que percibimos el rechazo como una experiencia dolorosa y desagradable. De hecho, a la larga, el rechazo puede tener efectos duraderos en la salud mental, contribuyendo a la depresión y la ansiedad".
Laura Espino del grupo “Consentidos del Universo”, compartió poderosos consejos prácticos, que invitan a cuestionar las creencias sociales y personales que rodean el miedo al "no".
“Al hacerlo, podrás preguntar y explorar libremente, abierto a todas las posibilidades, sin el peso del temor al rechazo”, indicó.
- Identifica la edad en la que internalizamos que él "no" era indeseable. Reconoce las experiencias que dieron forma a esa creencia y libérate de ellas.
- No te apropies de creencias, reacciones y emociones que no son realmente tuyas. Suelta todo lo que has enmascarado como verdades personales, pero que en realidad son influencias externas.
- Cuando recibas un "no" severo o críticas, recuerda que a menudo el problema no está en ti. La otra persona puede estar proyectando sus propias inseguridades o repitiendo patrones heredados.
- Desmonta y elimina las cargas sistémicas que influyen en cómo percibes el rechazo, como normas sociales, expectativas familiares o el impacto de la tecnología.
- Disuelve todas las barreras que te impiden expresar libremente tu singularidad e individualidad. Celebra tu potencial ilimitado.
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