Todos alguna vez hemos tenido un ataque de hipo, el cual a decir de la Clínica Mayo se produce cuando el diafragma (músculo que separa el pecho del abdomen y tiene un papel importante en la respiración) se contrae de manera involuntaria. Esta contracción causa que las cuerdas vocales se cierren de repente, lo que produce el sonido característico del hipo.
El malestar puede deberse a una comida abundante, bebidas alcohólicas o gaseosas, o una emoción repentina, en algunos casos, el hipo puede ser el signo de una enfermedad no diagnosticada. Para la mayoría de las personas, un ataque de hipo suele durar solo unos minutos y en raras ocasiones, puede persistir durante meses. Esto puede ocasionar adelgazamiento y agotamiento.
Si es sólo un caso pasajero existen algunos remedios caseros con los que se puede combatir, pero no se debe hacer de lado si esta contracción dura mucho tiempo o bien es muy frecuente, en este caso lo mejor es acudir con un médico de confianza para hacer una revisión y descartar algún tipo de enfermedad.
BOLSA DE PAPEL
Dado que el hipo lo causan las contracciones del diafragma hay diferentes remedios que tienen que ver con la respiración, una de ellas es respirar dentro de una bolsa, inhalando y exhalando con la boca colocando una bolsa alrededor de los labios, es importante que se utilice una bolsa de papel y no de plástico ya que pueden ocurrir accidentes fácilmente con este tipo de bolsas.
RESPIRACIÓN CONTENIDA
Contener la respiración es
otra de las formas de regular forzando al cuerpo a retener el aire por un periodo corto de tiempo; para ello solo hace falta contener la respiración, tomar suficiente aire y mantenerlo en los pulmones entre 20 y 30 segundo; se puede ayudar tapando la nariz con los dedos para evitar respirar por la misma, después exhalar lentamente por la boca y repetir si es necesario.
AGUA CON HIELOS
Beber agua con hielos para tratar de estimular el nervio vago, ya que este está relacionado con el hipo, para ello, colocar bastante hielo en un vaso con agua y tomar el líquido resultante de un tirón, es decir sin tomar una pausa para respirar.
INDUCIR NÁUSEAS
Otra forma de estimular el nervio vago es inducir el reflejo de náuseas en el cuerpo, esto se puede lograr ocasionando que se den arcadas de diferentes formas, aunque la más sencilla y que requiere menos esfuerzo, es tratar de tocar el fondo de la garganta con la punta de un hisopo, esto ocasionará que naturalmente el organismo sienta la necesidad de vomitar y por ende sentir las arcadas.