Los signos y síntomas de un diagnóstico de ácido úrico pueden ser diversos en las personas, pero regularmente coinciden en afectar la movilidad de las articulaciones acompañado del enrojecimiento de estas, principalmente el dedo pulgar del pie, codos, nudillos de las mano y rodilla.
Así lo dio a conocer la medico general, Patricia González López, quien aseguró que antes era enfermedad que era común entre personas mayores de 45 años, sin embargo, desde hace por lo menos 10 años, es más recurrente en personas jóvenes a partir de los 25 años.
Sostuvo que, esto se debe a que, el sedentarismo cada vez pega a las nuevas generaciones, y que por ende los fuertes dolores de articulaciones se han hecho mucho más intensos, por lo que, cuando los pacientes llegan al médico, se les orienta para mejorar la alimentación y dejar de lado las carnes rojas y algunas leguminosas como las lentejas, habas e incluso el frijol por un lapso.
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“Cuando llegan al consultorio es porque ya no pueden moverse mucho, porque tienen exceso de peso y lo primero es que, debemos saber sobre los niveles de ácido úrico que tienen en la sangre que forman una especie de cristales a causa del exceso del consumo de carne, sobre todo. Los pacientes deben cambiar sus hábitos al comer”.
La especialista en salud también señaló que es indispensable que, a quienes les detectaron este mal, estén consientes que el monitoreo es continuo mediante la toma de muestras de sangre, sobre todo, a los pacientes que traen por herencia esta enfermedad que podría ser silenciosa.
“Es necesario mejorar la forma de alimentarse, hacer deporte por lo menos 30 minutos al día, de preferencia caminar, ya que los entrenamientos de impacto podrían afectar más a la salud mediante las articulaciones. Es controlable y hay tratamientos naturales y farmacéuticos para el bienestar”, agregó.
