Analizan activos de plantas que podrían tratar la diabetes

Buscan mejorar los tratamientos para esta enfermedad crónica

Notimex

  · jueves 2 de mayo de 2019

Foto: Notimex

Especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) estudian las plantas que usan como remedio quienes padecen diabetes en comunidades rurales, a fin de mejorar los tratamientos para esta enfermedad crónica.

Al participar en el seminario Cómo Funcionan las Plantas para Tratar la Diabetes, en el Centro de Ciencias de la Complejidad de la máxima casa de estudios, el especialista Adolfo Andrade Cetto, dijo que esta afección se clasifica en cuatro tipos siendo tres los principales, y cerca de otros 25 son “patologías que nos conducen a un elemento en común: el aumento de glucosa sanguínea”.

El académico de la Facultad de Ciencias y su equipo buscan principios activos de plantas con un enfoque etnofarmacológico, tal es el caso de las especies Cecropia obtusifolia, Malmea depressa, Smilax moranensis o Rhizophora mangle.

El autor con más trabajos en el ámbito mundial (Scopus) sobre esa enfermedad y plantas medicinales, indicó que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, 8.7 millones de mexicanos sufren diabetes, sin considerarlos a los no diagnosticados, lo cual sumaría cerca de 12 millones.

“Ocupamos el noveno lugar entre las naciones con más diabéticos, y para 2025 ascenderemos al número siete. Es un problema de salud que seguirá creciendo”, dijo a Gaceta UNAM.

Para controlar este padecimiento, 93 por ciento de los pacientes usan medicina tradicional de manera complementaria al tratamiento médico; 5 por ciento usa sólo fármacos y 2 por ciento únicamente plantas.

Tomando en cuenta estas cifras, el catedrático Cetto y su equipo realizan un estudio total de las plantas que la gente utiliza para determinar cómo actúan. Aunque está comprobado que tienen menos efecto farmacológico, también presentan menores efectos secundarios.

Aseguró que las plantas inhibidoras de la glucosa en el hígado son un posible mecanismo de acción común contra la enfermedad.

Los pacientes se sienten mal porque en un momento se descompensa la producción de insulina, aumenta la glucosa y se presentan síntomas como mucha sed, ganas de orinar y hambre, refirió.

El aumento de glucosa produce complicaciones como nefropatía o retinopatía, es decir, daños al riñón y a la retina, además de problemas vasculares que derivan en ataques cardiacos, derrames cerebrales y amputaciones, entre otros.

Aunque es un mal incurable, se pueden controlar los niveles de glucosa, y con ejercicio y dieta adecuados es posible retrasar sus efectos. El médico prescribe fármacos, pero todos (incluso las plantas) tienen efectos secundarios.

En la mayoría de los casos de diabetes tipo 2 se receta Metformina, que suprime la gluconeogénesis, pero produce diarrea y dolores de cabeza, por lo que los enfermos abandonan el tratamiento y recurren al conocimiento familiar.

El investigador realizó una fórmula matemática que ayuda a validar el conocimiento tradicional que incluye variables como dónde se colecta la planta, en qué tiempo, cómo se prepara y sus efectos secundarios.

Las plantas no cuentan con las propiedades activas todo el tiempo, su composición química cambia de acuerdo con el momento de su colecta.

“Sería ideal que en una comunidad, los diabéticos usaran la misma planta hipoglucemiante, la misma parte (hoja, tallo, raíz) y preparación, pero eso no ocurre”, apuntó el experto, y agregó que en un sitio hay alrededor de 30 plantas para este uso y con diversos grados de confiabilidad.