Cuando hablamos de hidratación estamos tratando un asunto serio y más importante de lo que llega a parecernos, el agua lubrica las articulaciones y huesos, regula la temperatura corporal y alimenta el cerebro y la médula espinal.
La deshidratación causa que los receptores sensoriales en el hipotálamo del cerebro liberen una señal de una hormona antidiurética que llega a los riñones y provoca acuaporinas, unas proteínas que regulan el paso del agua a través de la membrana celular y permiten a la sangre retenerla, la consecuencia visual inmediata es que la orina se vuelve más oscura pero los efectos negativos van más allá que esta coloración.
No beber agua causa fatiga, disminución de la función cognitiva, alteraciones en el estado de ánimo, caída en la presión arterial y en la humedad de la piel... Un cerebro deshidratado se contrae ante la falta de agua, ya que requiere de un esfuerzo extremo para funcionar. Si la deshidratación se prolonga durante varios días, el organismo experimenta secuelas más graves y eventualmente la muerte. Sin líquidos, un individuo puede aguantar 15 horas en un entorno extremo y 3 días en condiciones normales.
No mantenerte hidratado durante un largo período de tiempo contribuye a sufrir problemas digestivos, diabetes, aumento de peso, problemas en la piel, colesterol alto, fatiga o estreñimiento, por eso es recomendable beber alrededor de 2,5 a 3,7 litros de agua para los hombres, y de 2 a 2,7 litros de agua para las mujeres.
Fuente: paume. com