Ante un cambio radical de vida por la pandemia que se vive en la actualidad, la báscula comenzó a ser el peor enemigo de muchas personas que han buscado afanosamente reducir los kilos que ha dejado estar en casa, el nulo ejercicio y actividad, al que se estaba acostumbrado.
La Clínica Mayo, institución dedicada a la práctica clínica, educación e investigación, una de las más prestigiadas en Estados Unidos ha desmentido que existan alimentos que quemen grasas, hagan perder kilos más rápido o aceleren el metabolismo de modo tal que esto tenga un efecto en el peso.
Para muchos el hacer una rutina alta en ejercicios es la única manera de reducir kilos, lo cual resulta falso ya que se pueden hacer pequeños cambios y adecuarlos de manera constante para mantenerlos por largo tiempo; es recomendable para un adulto hacer al menos 150 minutos de actividad física semanal, que puede ser caminar rápido o andar en bicicleta, según recomienda el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS).
Uno de los mayores comentarios es que dejar de consumir carbohidratos reducirá la aguja de la báscula, otra falsedad, ya que según estudios del NHS, cuando se ingieren en la cantidad adecuada como parte de una dieta balanceada, estos no conducen al aumento de peso, siempre y cuando no se añada mantequilla, salsas de crema, azúcar y grasas, recomiendan expertos comer granos y carbohidratos integrales como el arroz integral o pan negro.
Últimamente se ha puesto de moda adquirir alimentos con la etiqueta de "bajo en grasas" o "sin grasas" pensando que son una opción saludable, para la Clínica Mayo, es falso, ya que estos contienen más azúcar y sodio para compensar la falta de sabor que se genera al reducir estas, lo cual puede ser contraproducente.
Comer sólo en las horas establecidas es otra falsa creencia que hay a la hora de comenzar un régimen, según el NHS no es el refrigerio en sí el problema, es el tipo de snack lo que se consume, llevar apio, nueces, almendras, manzana o queso panela, serán aliados para matar la ansiedad y llegar sin hambre a la hora de la comida principal.