Seguramente has escuchado hablar de terapias alternativas o que complementan a la medicina tradicional. Muchas de ellas han sido demostradas por la ciencia como efectivas para acompañar; por ejemplo, a un tratamiento para el cáncer. Una persona que se somete a un tratamiento para combatir el cáncer seguramente presentará efectos secundarios que se pueden tratar con medicina herbaria, acupuntura, etc. En esta oportunidad, te comparto 10 terapias que podrían interesarte por sus maravillosos beneficios.
La risoterapia fortalece el sistema inmunológico, oxigena los pulmones y favorece la circulación sanguínea; la equinoterapia mejora la calidad de vida de personas con discapacidad y contribuye al desarrollo emocional, físico, social y cognitivo; la quiropráctica ayuda con los problemas musculares y óseos; la acupuntura, una práctica china, estimula ciertos puntos del cuerpo mediante la inserción de agujas muy finas; la musicoterapia, induce cambios positivos físicos y mentales; la arboterapia, invita a frecuentar bosques y espacios verdes para obtener energía y mejorar las funciones cognitivas y emocionales; la aromaterapia, mediante aceites esenciales, disminuye la angustia y el estrés; la gatoterapia, mejora el estado de ánimo, reduce el estrés y ofrece altos niveles de relajación; la hidroterapia, propicia relajación muscular y efecto analgésico; y la apiterapia, alivia dolencias musculares a través de picaduras controladas y el consumo de los productos de la colmena.
Estas y otras terapias tienen sus pros y sus contras, por ello es fundamental que antes de someterte a cualquier práctica, compruebes los beneficios vs. los riesgos. Aunado a lo anterior, considera que las terapias son complemento de la medicina estándar, nunca sustitutas. Finalmente, comenta con tu médico el interés o decisión de recurrir a la medicina complementaria o alternativa para que te dé sus impresiones.
*Profesora de la Escuela de Humanidades y Educación del Tec de Monterrey Campus Querétaro.