Durante estos tiempos, en donde los climas son variados e incluso hay lluvias, es normal que las enfermedades como la gripe y la fiebre se hagan presentes.

El tener fiebre es un mecanismo de defensa ante algunos agentes externos, los cuales pueden ser infecciones bacterianas, infecciones virales o el estrés. Cuando el cuerpo reconoce un agente extraño, de forma inmediata el cerebro eleva la temperatura para poder combatir la enfermedad.

De acuerdo con los expertos de la Universidad de Harvard, para evitar contraer alguna de estas enfermedades que dan fiebre, se deben de tener mejores hábitos: mantener higiene con un lavado frecuente de manos, ya sea después de ir al baño o después de comer, cocinar y almacenar los alimentos de la manera correcta, todo para evitar contaminación en los mismos y el cuadro de vacunas.

En cuanto el termómetro marque más de 37 grados, se podría estar presentando fiebre, además las personas muestran otros síntomas como sudoración, escalofríos y temblores, dolor de cabeza, dolores musculares, pérdida de apetito, irritabilidad, deshidratación o debilidad general.

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Para poder bajar la temperatura alta, se debe de mantener una buena hidratación y tener descanso, además, otra de las opciones es tomar un baño que ayude a regular la temperatura. Sin embargo, en los casos en donde ya ha pasado de los 38 grados, es importante tomar medicamento o ir con un especialista.