Estados Unidos se preparaba este viernes para aprobar una segunda vacuna contra el covid-19, la del laboratorio estadounidense Moderna, y el vicepresidente, Mike Pence, se remangó la camisa para ser inmunizado en público con el fin de disipar las dudas sobre la seguridad de la inmunización.
El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo en Twitter que la vacuna de Moderna fue "aprobada de forma aplastante" y que su distribución "empezará inmediatamente".
Pero la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), cuya decisión sobre esa segunda vacuna se espera este viernes, no confirmó el anuncio del mandatario y dijo que iba a "trabajar rápidamente" para "emitir la autorización urgente" del producto.
La víspera, un comité de expertos recomendó permitir el uso de esa vacuna.
De confirmarse la aprobación, la vacuna de Moderna se convertirá en la segunda permitida en un país occidental, una semana después de que la de Pfizer/BioNtech -la que se inyectó a Pence- obtuviera el visto bueno de la FDA.
"Construir la confianza en la vacuna es lo que nos trae aquí esta mañana", dijo el vicepresidente después de ser vacunado en la Casa Blanca con su esposa, en un evento transmitido en vivo por televisión. "No sentí nada", bromeó.
Estados Unidos cierra así la primera semana de un masivo programa de inmunización contra el coronavirus, que ha matado a más de 300.000 estadounidenses.
Al menos 1,66 millones de personas han muerto a causa del covid-19 en todo el mundo y se han diagnosticado más de 74 millones de casos, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales.
El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, de 78 años, anunció su voluntad de recibir pronto la vacuna bajo la mirada pública, mientras que el presidente ruso Vladimir Putin, de 68 años, dijo que tomaría la vacuna desarrollada en su país, Sputnik V, tan pronto como se apruebe para su grupo de edad.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, también planea administrarse una inyección pública el sábado.
"El momento de Europa"
La Unión Europea enfrenta una fuerte presión para aprobar las vacunas después de que Gran Bretaña y Estados Unidos ya administraran decenas de miles de dosis, y de que China y Rusia comenzaran a inmunizar a sus poblaciones sus propias vacunas.
El bloque busca comenzar su campaña de vacunación con el producto de Pfizer-BioNTech antes de fin de año.
La jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lo describió como "el momento de Europa" en la batalla contra el virus, ya que el continente se convirtió en la primera región que superó el medio millón de muertes.
El primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, declaró que él y otros líderes políticos estarían entre los primeros en recibir un pinchazo para demostrar su "confianza en la ciencia".
Por otro lado, un puñado de políticos europeos se vio obligado a confinarse después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, diera positivo en el test de coronavirus.
Tras un reciente contacto con Macron, el jefe del Consejo Europeo, Charles Michel, y los primeros ministros de España, Portugal y Luxemburgo entraron en cuarentena.
Esto ocurre mientras el continente lucha contra una oleada invernal que ha causado casi 37.000 muertes en los últimos siete días, la cifra semanal más alta desde el comienzo de la pandemia.
Varios países europeos están endureciendo las restricciones por temor a que se produzca una explosión de contagios después de las vacaciones de Navidad.
Alemania, por su parte, reportó un número récord de infecciones. Sin embargo, la confianza de las empresas alemanas aumentó en diciembre según una encuesta realizada el viernes, lo que probablemente refleja el optimismo sobre las vacunas.
China extiende ola de vacunación
En China, al menos un millón de personas ya recibió vacunas aprobadas para "uso de emergencia".
Después de centrarse en los grupos prioritarios, el país planea ampliar, a principios de 2021, su programa a la población de la provincia de Sichuan, en el suroeste, según los funcionarios de salud.
Las cinco vacunas contra el coronavirus de China se encuentran en las últimas fases de desarrollo, pero ninguna ha recibido la aprobación oficial y los resultados de los ensayos de las últimas fases aún no se han publicado.
En tanto, África se preparaba para una segunda oleada pandémica a medida que surgían nuevos contagios en el este, el norte y el sur.
En total, el continente de más de 1.200 millones de habitantes ha registrado más de 57.000 muertes, incluyendo la del expresidente de Burundi, Pierre Buyoya.
La epidemia no ha sido tan destructiva en el continente como temían los expertos, posiblemente debido a la juventud de la población africana, a una inmunidad cruzada por epidemias anteriores y a una menor densidad poblacional en algunos países.
Sin embargo, América Latina sigue teniendo días difíciles, ya que Brasil y México registran el mayor número de nuevas muertes después de Estados Unidos.
A pesar de las advertencias contra las grandes celebraciones navideñas, la capital de México seguía produciendo piñatas para las fiestas.
"Por tradición, no puedes cerrar la puerta a Dios. Aunque sea virtualmente, haremos" la fiesta, cuenta a la AFP Hilda Varela, una doctora de 66 años que decidió celebrar a través de Facebook.