El mundo podría registrar más de dos millones de muertes de coronavirus si no se adoptan medidas para frenar la propagación del virus, advirtió la OMS, mientras que surgen nuevos llamados en la comunidad internacional para que se comparta una posible vacuna.
A pesar de que la pandemia no da señales de desacelerarse, el nuevo primer ministro japonés Yoshihide Suga afirmó el viernes de manera desafiante que su país está decidido a celebrar en 2021 los aplazados Juegos Olímpicos de Tokio.
Más de 993.000 personas murieron y 32,5 millones se contagiaron de covid-19, según el recuento de la AFP basado en cifras oficiales el sábado por la mañana, luego de que Argentina sumase a su balance 3.500 decesos no notificados hasta el momento, que elevan su saldo a más de 18.000 muertos.
"Un millón es una cifra terrible y tenemos que reflexionar sobre ello antes de empezar a considerar un segundo millón", dijo a periodistas el director de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Michael Ryan, cuando se le preguntó cuánto más podría aumentar el número de muertes.
"¿Estamos preparados colectivamente para hacer lo necesario y evitar ese número? Si no tomamos esas acciones... sí, observaremos ese número y tristemente uno mucho más alto", advirtió.
La pandemia ha multiplicado los esfuerzos para obtener una vacuna, con once candidatas en la fase final de los ensayos clínicos, así como también la polémica sobre quién recibirá primero esas ansiadas dosis en caso de que algún proyecto se concrete.
"Sea quien sea el que encuentre la vacuna, debe compartirla... Es una responsabilidad mundial y es una responsabilidad moral", dijo el primer ministro australiano Scott Morrison el viernes en un mensaje virtual en la Asamblea General de la ONU.
"Algunos pueden ver una ventaja en el corto plazo, pero se los garantizo, la humanidad tendrá una memoria muy duradera y será una jueza muy, muy severa", advirtió.
Japón insiste con los Juegos Olímpicos
Estados Unidos, el país más afectado del mundo, supera los siete millones de casos, más de una quinta parte del total de enfermos, a pesar de representar sólo el 4% de la población mundial.
En América Latina y el Caribe se registran ya más de 338.000 fallecidos y nueve millones de contagios. Brasil, el país más afectado de la región con cerca de 4,7 millones de casos, se vio obligado a suspender los célebres desfiles del carnaval de Río de Janeiro en 2021.
La pandemia ha trastocado este año todo el calendario de eventos deportivos y culturales en el mundo, incluyendo los Juegos Olímpicos de Tokio, aplazados para 2021 y que Japón dice estar resuelto a llevar a cabo con o sin vacuna.
"En el verano del próximo año, Japón está decidido a hospedar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio como prueba de que la humanidad ha derrotado a la pandemia", dijo el nuevo primer ministro nipón ante la ONU en su primer discurso internacional desde que asumió el cargo la semana pasada.
"Seguiré sin escatimar esfuerzos para darles la bienvenida a unos Juegos que son seguros y confiables", agregó Suga en un mensaje de vídeo.
Los continuos picos de infección a nivel global generan dudas sobre si será posible celebrar el evento en 2021, con la inauguración prevista para el 23 de julio.
Restricciones y protestas en Europa
En Europa, que registra más de 230.000 muertos y donde varios países comienzan a enfrentar la temida segunda ola de la pandemia, regresan las restricciones y se observan protestas de parte de la población.
España, con más de 700.000 casos, es el país de la Unión Europea con la peor incidencia del virus en las últimas dos semanas, con cerca de 300 casos por cada 100.000 habitantes. En Madrid, la tasa se dispara a casi 750 casos por 100.000 habitantes.
El viernes, las autoridades de la región de Madrid anunciaron que las restricciones de movilidad, que ya afectaban a unas 850.000 personas desde esta semana, se amplían para algo más de un millón de habitantes.
A partir del lunes, estas personas solo podrán salir de sus zonas para trabajar, ir al médico o llevar a los niños al colegio.
En Francia, los casos diarios superaron por primera vez los 16.000, en un claro indicador del resurgimiento del virus, y el gobierno no descarta un "reconfinamiento", advirtió el primer ministro Jean Castex.
Pero la decisión del gobierno de cerrar bares y restaurantes en la ciudad de Marsella (sureste) a partir del sábado y de limitar el horario de los bares en París ha provocado las protestas de los dueños y el disgusto de sus clientes.
"¡Basta ya! Estábamos tratando de salir adelante. No queremos más ayudas, sino que nos dejen trabajar", dijo Patrick Labourrasse, dueño de un restaurante de Marsella.