La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió este martes a sus países miembros que se unan a su dispositivo de acceso a la vacuna contra el Covid-19, para luchar así contra el "nacionalismo de las vacunas".
"Debemos prevenir el nacionalismo de las vacunas", declaró el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en conferencia de prensa virtual, solicitando compartir sus herramientas para permitir al planeta luchar contra el nuevo coronavirus.
Indicó que este martes envió "una carta a todos los Estados miembros para alentarlos" a adherirse al futuro dispositivo de acceso global a la vacuna contra la covid-19, conocido con el nombre de COVAX.
A su lado, Bruce Aylward, uno de sus consejeros, indicó que los términos de este dispositivo se están ultimando, pero indicó que más de 170 países --que representan casi al 70% de la población mundial-- ya han afirmado que quieren integrarse al mecanismo o al menos han manifestado su interés.
"Esperamos una respuesta firme de todos los países para el 31 de agosto", añadió.
En tanto la carrera por las vacunas se intensifica, la pandemia del coronavirus ha provocado 775.000 muertes en todo el mundo desde fines de diciembre, de acuerdo a un informe elaborado por la AFP basado en fuentes oficiales.
Una vez que las vacunas estén disponibles, la OMS propone que sean atribuidas en dos fases siguiendo el mecanismo COVAX.
"Durante la primera fase, las dosis serán distribuidas de manera proporcional y simultánea a todos los países participantes (en COVAX), con el objetivo de reducir el riesgo global. En la fase 2, se tendrá en cuenta la amenaza y la vulnerabilidad de los países", explicó Tedros Adhanom Ghebreyesus.
"La manera más rápida de poner fin a esta pandemia y reactivar las economías es comenzar por proteger a las poblaciones más expuestas en todas partes del mundo, y no a poblaciones enteras en unos pocos países", advirtió.
"Se dará prioridad a los trabajadores que están en primera línea (de fuego) en los establecimientos de atención sanitaria y social, puesto que son fundamentales para atender y proteger a la población, y se encuentran en contacto estrecho con colectivos con un alto riesgo de mortalidad", o sea, con los mayores de 65 años y aquellos con otras patologías que pueden combinarse de manera negativa.
"Para la mayoría de los países, una atribución (de vacunas) durante la fase 1, que permita alcanzar al 20% de la población, cubriría la mayoría de los grupos de riesgo", señaló el director general de la OMS.
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