Las enfermedades cardiovasculares son las principales causas de muerte en el continente americano, además de ser una causa común de discapacidad y muerte prematura.
La hipertensión arterial sistémica es un factor de riesgo cardiovascular frecuente en el mundo, asociada al incremento de sobrepeso y obesidad; y se define como un incremento continuo de las cifras de la presión sanguínea en las arterias.
Generalmente no existen síntomas o pueden ser inespecíficos como mareo, percepción de sonido cuando no hay un ruido externo, trastornos visuales, deterioro cognitivo y fatiga.
Se diagnostica, cuando basado en el promedio de tres mediciones realizadas en diferentes días, se obtienen cifras mayores a 140/90 milímetros de mercurio.
Las complicaciones más frecuentes de la hipertensión son: encefalopatía hipertensiva que se caracteriza por cambios visuales y cefalea; hemorragia intracraneana ocasionada por la ruptura de un vaso sanguíneo intracerebral; angina inestable -que provoca dolor precordial con duración menor a 30 minutos-; infarto al miocardio; disección de aneurisma aórtico -ruptura de la arteria aorta por debilitamiento de la pared vascular-; edema pulmonar agudo originada por la disfunción del ventrículo izquierdo ocasionando acúmulo de líquido en la cavidad pulmonar; insuficiencia renal por nefropatía hipertensiva; y retinopatía hipertensiva.
Para evitar la hipertensión arterial aquí presentamos algunas recomendaciones:
- Tener una alimentación con alto aporte de verduras y frutas, y baja en sodio y en grasas.
- Mantener un peso corporal adecuado.
- Realizar con frecuencia ejercicio físico, es fundamental para el control de la tensión arterial y la prevención de complicaciones.
- Evitar el consumo de alcohol y de tabaco.
- Controlar el estrés.
- Descansar y dormir lo necesario.
| Con información de SESEQ |