Ante el brote del COVID-19, expertos en la salud mental han recomendado una serie de medidas para evitar el pánico y afrontar de manera eficaz el malestar psicológico generado por el brote de este virus.
El Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, a través de su grupo de trabajo de Urgencias y Emergencias, llama a seguir las recomendaciones a quienes no están afectados por la enfermedad, pero presentan emociones de alta intensidad y persistentes como nerviosismo, agitación o tensión, con sensación de peligro inminente o pánico; además de no dejar de pensar en otra cosa que no sea la enfermedad o la preocupación por enfermar y tener dificultad para concentrarse.
También alertan si existe una necesidad de estar permanentemente informado sobre el tema; dificultad para desarrollar labores cotidianas; estar en estado de alerta, analizando sus sensaciones corporales e interpretarlas como signos de la enfermedad; además de tener dificultad para controlar la preocupación y preguntar persistentemente a sus familiares por su estado de salud; al persistir un aumento del ritmo cardíaco, respiración acelerada, sudoración, temblores sin causa justificada y problemas para tener un sueño reparador.
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De acuerdo con los especiales, de tener estas conductas, es necesario identificar pensamientos que pueden generar malestar; reconocer las emociones y aceptarlas, de ser necesario compartir la situación con las personas cercanas para encontrar apoyo; conocer datos fiables de medios oficiales y científicos; informar a sus seres queridos de manera realista; evitar la sobreinformación y contrastar la información que comparta. De utilizar redes sociales para informarse, es necesario procurar hacerlo con fuentes oficiales.
Al respecto, recomiendan mantener una actitud optimista y objetiva; así como llevar a cabo los hábitos de higiene adecuados; evitar hablar permanentemente del tema; apoyarse en familia y amigos; ayudarles a mantener la calma y tener un pensamiento adaptativo a cada situación y, acudir con fuentes oficiales y contrastada por expertos.
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También alertan para no contribuir a la difusión de noticias falsas con la intención de no alimentar el miedo; procurar hacer una vida normal; continuar con sus rutinas y tener cuidado con las conductas de rechazo, estigma o discriminación.
"El miedo puede hacer que nos comportamos de forma impulsiva, rechazando o discriminando a ciertas personas", agregan.
En caso de pertenecer a la población de riesgo, recomiendan seguir las medidas de prevención de las autoridades sanitarias, informarse de manera realista, no trivializar el riesgo para intentar evadir la sensación de miedo y aprensión a la enfermedad, pero tampoco magnificar el riesgo real que tiene.
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"Si le recomendaran medidas de aislamiento, tenga presente que es un escenario que puede llevarle a sentir estrés, ansiedad, soledad, frustración aburrimiento o enfado; junto con sentimientos de miedo y desesperanza, cuyos efectos pueden durar o aparecer incluso posteriormente al confinamiento.
"Traté de mantenerse ocupado y conectado con sus seres queridos", agregan.
Por último, recomiendan crear una rutina diaria y aprovechar para hacer cosas que le gustan, pero que por falta de tiempo no se pueden realizar, como leer libros o ver películas.
De padecer la enfermedad, llaman a manejar pensamientos intrusivos, es decir, no imaginarse el peor escenario anticipadamente; además de no alarmarse innecesariamente y, cuando sienta miedo, apoyarse en la experiencia que tiene en situaciones similares.
"Piense cuántas enfermedades ha superado en su vida con éxito", puntualizan.