Leer en voz alta a los pequeños del hogar, trae grandes beneficios que van más allá de una herramienta para el aprendizaje, entre ellos, la generación de más neuronas; la estimulación de la sinapsis, o conexión entre neuronas en el cerebro, y un mejor desarrollo socioemocional.
Y es que la exposición a la lectura en el hogar activa en los niños áreas del cerebro que apoyan las imágenes mentales y la comprensión narrativa, esto permite el surgimiento de más neuronas e induce la sinapsis en el cerebro.
Así lo demostró un estudio en el cual se comprobó que esta actividad tuvo impacto directo en la mejora del desarrollo psicoemocional de los menores evaluados. La muestra fue de 675 familias inscritas en la investigación, cuyos hijos se evaluaron entre cero y tres años en un grupo, y a los 4.5 años en otro.
Los niños que escuchan una lectura en voz alta, aun sin ser ellos quienes la hacen, tienen acceso a una variedad mayor de palabras, lo cual es muy importante en los preescolares debido a que, según las palabras que el menor sepa, podrá entender mejor a su maestra o maestro al ingresar al sistema escolarizado, así que podría significar también una ventaja en el desarrollo académico.
De acuerdo a otra investigación, escuchar historias hace a los niños más empáticos, ya que prácticamente viven las aventuras de los personajes en un nivel neurobiológico, es decir, se ponen en el lugar de distintos tipos de personas mientras conocen una narración. Con el modelo utilizado, este trabajo rastreó subprocesos de lectura durante el procesamiento de historias para predecir la representación neural detallada de diversas características de la historia, que van desde las propiedades visuales de las palabras hasta la mención de los personajes o las acciones que realizan.
Y por si fuera poco, se han identificado también como beneficios de este hábito: la mejora de la comprensión, el aumento de la atención, mayor curiosidad y memoria fortalecida, así como la agudización de la observación y la imaginación.