Investigadores estadunidenses encontraron que el consumo de chocolate amargo mejora la capacidad de ver objetos de bajo y alto contraste, posiblemente debido a que el aumento de flujo sanguíneo favorece la agudeza visual y la sensibilidad.
Para llegar a estas conclusiones llevaron a cabo un ensayo clínico cruzado aleatorizado para comparar los efectos a corto plazo del consumo de chocolate negro con los que provoca el chocolate con leche.
El consumo de chocolate amargo puede mejorar el flujo sanguíneo, el estado de ánimo y la cognición a corto plazo, pero se sabe poco acerca de sus posibles efectos sobre la visión, así que reclutaron a 30 voluntarios adultos (nueve hombres y 21 mujeres) de mediana edad (promedio de 26 años) sin enfermedad ocular patológica alguna, a quienes se pidió consumir barras de las dos presentaciones de chocolate en sesiones separadas.
Los resultados mostraron pequeñas mejoras en la agudeza visual y la sensibilidad al contraste de letras grandes y un progreso ligeramente mayor en los caracteres pequeños, después del consumo de chocolate oscuro en comparación con el de chocolate con leche.
La agudeza visual y la sensibilidad de contraste fueron significativamente mayores dos horas después del consumo del chocolate amargo, aunque la duración de estos efectos y su influencia en el desempeño real requieren de nuevas pruebas, indicaron los científicos.
Concluyeron que el consumo de una barra de chocolate negro disponible en el mercado mejora la capacidad de ver objetivos de bajo y alto contraste, posiblemente debido al aumento del flujo sanguíneo, pero la relevancia funcional de estas mejoras leves aún no se ha determinado.