Si eres trabajador, pasas jornadas largas en tu oficina y sufres irritabilidad, estrés, falta de concentración y gripe, puede ser provocado debido a una mala ventilación en tu espacio laboral y podrías padecer el Síndrome del edificio enfermo.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el síndrome del edificio enfermo, conocido también como Sickk Building Syndrome (SBS) es un conjunto de molestias y enfermedades originadas por la mala ventilación, la descompensación de temperaturas, las partículas en suspensión, los gases y vapores de origen químico, así como bioaerosoles, entre otros agentes causales identificados y estima que aproximadamente el 30 por ciento de las construcciones modernas que nos rodean pueden provocar este síndrome en sus ocupantes.
Las personas que laboran en espacios que no tienen la suficiente corriente de aire o cuentan con un sistema de ventilación que además no recibe mantenimiento, están expuestas a tener de manera frecuente algunos de los siguientes síntomas:
Síntomas nasales:
Como irritación de la nariz, mucosidad abundante, sequedad nasal, congestión, trastorno del olfato o tos.
Molestias oculares:
En este caso, los síntomas son la irritación, cansancio, escozor y enrojecimiento ocular.
Dolores de garganta:
Igualmente, en ocasiones origina irritación, sequedad, ronquera, inflamación o enrojecimiento de la garganta.
Alteraciones cutáneas:
De nuevo, la irritación y los escozores en la piel pueden ser consecuencia del síndrome del edificio enfermo.
Otras manifestaciones son dolores de cabeza, náuseas, vértigos, fatiga mental o somnolencia, dificultades para concentrarse y alergias.
Y es que en los filtros del aire acondicionado existen un montón de bacterias de virus, partículas suspendidas que absorbe el aire mediante los filtros y circulan a través del aire que arrojan y que respiramos constantemente.
De ahí la importancia de mantener limpias y ventiladas las áreas de trabajo, así como el hogar para evitar la proliferación de los animales que viven en el polvo como los ácaros que se acumulan en tapetes, alfombras, estantes, carpetas y archivos, lo que ayudará a no generar humedad y disminuirá los problemas respiratorios.
Entre las enfermedades que pueden traer los ácaros del polvo son alergias a nivel respiratorio como rinitis alérgica, asma, y las propias alergias al polvo.