Marcas como Shein, Temu y Ali Express, se han ido catapultando como estándares de moda y diseños vanguardistas en todo el mundo, según se ha informado cada minuto del día una persona en diversos países está haciendo una transacción a la página de estas marcas.
Si bien para los consumidores es un gran atractivo los descuentos, promociones y los productos vanguardistas, para la industria textil, calzado, diseño de bolsos e incluso joyería, cosméticos y artículos para el hogar, cada día es más difícil competir con estas marcas donde los atractivos precios, las marcas y tiendas regulares no podrían costearlo “es ilógico mantener el precio de un vestido de fiesta del diseño que ofrece Shein en 400 pesos, que es lo que te cuesta ya con los descuentos”, asegura Lía Jaramillo, quien tiene una boutique de ropa en Plaza de las Américas y refiere que sus ventas han mermado hasta un 50 por ciento. “Muchas de mis clientas que son jovencitas ya piden en Shein y cuando les marco para decirles que ya tengo nuevo producto, que salió tal prenda de temporada, me dicen -ya lo encargué, gracias-, si es un tema de una venta desleal”.
Para muchos países esta venta se ha vuelto un verdadero dolor de cabeza, por lo que en Francia, la Asamblea Nacional está tramitando y va a debatir en los próximos días un proyecto de ley para tratar de poner freno a las compras en este tipo de tiendas online poniendo algún tipo de canon o coste adicional para que las empresas no tengan precios tan económicos en sus productos y que otras tiendas difícilmente pudieran promocionar.
De la misma forma advierten que estas prendas contribuyen a la invasión de contaminación que dañan al planeta.
La presión sobre el fast fashion no solo se da en Francia. La empresa Shein ya está buscando tener presencia en la bolsa como vía para generar ingresos y continuar creciendo, según la agencia Reuters la compañía china ya está buscando estar en el Wall Street, donde estaría valorada en cerca de 84.000 millones de euros. Sin embargo, el escrutinio que le puede suponer tanto a sus cuentas como a su modelo y estrategia de producción le puede llevar a cambiar Nueva York por Londres, donde tendría menos presión por parte de la Administración.
Ya en Estados Unidos las críticas desde los poderes políticos hacia estas empresas se concentran en dos aspectos diferentes, por el modelo de producción de sus prendas y las acusaciones que señalan casos de trabajos forzados en la región de Xinjiang. Por otro lado, el coste fiscal.
En México aún no plantean algún impuesto o algo que merme las ventas, sin embargo y de acuerdo a cómo la Secretaría de Hacienda está aplicando las reformas fiscales no sería extraño que pronto nos dieran novedades.
Recordemos que las vendedoras de este tipo de productos que en la pandemia fueron nombradas “nenis”, desde el año 2022 todos los jóvenes a partir de los 18 años deben estar registrados ante el Servicio de Atención Tributaria (SAT) específicamente en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC), aunque no se cuente con un empleo formal.
De esta manera todas y sin excepción de transacciones bancarias deben ser declaradas, por lo que la venta informal ya tendrá que ser declarada para evitar situaciones con Hacienda. Esto incluye ventas por catálogo, por medio de redes sociales y hasta en tu casa se debe hacer la declaratoria fiscal.
➡️Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo