Cultura emprendedora | La ética y los negocios

Arturo Farrera Gutiérrez* | Colaborador Diario de Querétaro

  · viernes 26 de enero de 2024


Hoy, más que nunca, se percibe una necesidad de profesionistas cada vez más comprometidos con su entorno social, independientemente de la preparación recibida en las aulas. Hay autores que afirman que la universidad ha sido la encargada de formar profesionales y especialistas en diversas áreas del conocimiento, pero que hoy debería ser también la encargada de la formación de auténticos ciudadanos, responsables y comprometidos éticamente con la realidad social que les rodea. Sin embargo, esta labor no debe ser única y exclusivamente de las escuelas y universidades.

La principal formación viene de la familia. Los valores, costumbres y hábitos se moldean dentro del núcleo familiar desde las etapas más tempranas del desarrollo. La honestidad y el comportamiento ético de las personas es reflejo de esa formación.

En el ámbito empresarial la ética es imprescindible. El actuar honesto, legal y justo de los profesionales de los negocios, es consecuencia de los valores familiares y de la formación integral universitaria. “El fin justifica los medios”, dice un refrán popular; esto tal vez sea cierto para aquellas personas que no tienen un entendimiento claro del objetivo del negocio, si se cree que la meta es solamente acumular riqueza económica a costa de lo que sea o pasando por sobre de quien sea.

Afortunadamente son muchas empresas las que ahora ya incluyen en sus políticas y objetivos la responsabilidad social y el logro del propósito superior de generar bienestar para todas las partes involucradas, internas y externas: clientes, proveedores, colaboradores y accionistas, pero también siendo respetuosos con el medio ambiente. Solo así se podrá conseguir el ideal de ganar-ganar; de modo que todos ganan y nadie pierde.

La finalidad del ser humano en esta vida es trascender con la conciencia tranquila y limpia, teniendo claro que no deja detrás suyo, obras o acciones de las cuales pueda avergonzarse, y además sabiendo que su integridad como persona será ejemplo para su familia y para la sociedad. Y eso es mejor que cualquier ganancia material.


*Profesor del Departamento de Mercadotecnia y Análisis. Escuela de Negocios. Tecnológico de Monterrey, Campus Querétaro


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