La reciente serie de apagones que afectaron a varios estados de México, incluido Querétaro, es un claro recordatorio de la urgencia de avanzar hacia una transición energética en el país. El anuncio de estos mega apagones, emitido por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el Centro Nacional del Control de Energía (CENACE), dejó en evidencia la precaria situación en la que nos encontramos en materia de suministro eléctrico.

La creciente demanda de energía en México ha sido un hecho conocido desde hace tiempo. El aumento poblacional y la expansión de la automatización han generado una necesidad cada vez mayor de electricidad. Sin embargo, parece que el gobierno federal no ha tomado las medidas adecuadas para prever y abordar esta situación de manera efectiva.

Resulta lamentable que la política energética actual haya ignorado las claras señales de que la generación de energía basada en hidrocarburos es insostenible a largo plazo. Mientras que el mundo avanza hacia fuentes de energía más limpias y renovables, en México se ha optado por seguir promoviendo las refinerías de petróleo y la dependencia de combustibles fósiles.

Es evidente que el futuro energético de México reside en las energías renovables, como la solar y la eólica. La inversión privada en estas tecnologías ha ido en aumento, y la generación eléctrica a partir de fuentes alternativas ha demostrado ser cada vez más eficiente y accesible en términos de costos. Sin embargo, el gobierno ha fallado en fomentar e incentivar la adopción de estas energías durante su administración.

El discurso de soberanía energética, que tanto se ha promovido en los últimos años, parece ser más una ilusión que una realidad palpable. Los apagones que hemos experimentado llegan en un momento crítico, justo antes de las elecciones, y ponen de manifiesto la urgencia de un cambio de rumbo en la política energética del país.

Mientras los partidos de oposición hablan de la necesidad de una transición energética hacia fuentes renovables, el partido en el poder continúa apostando por políticas anacrónicas que perpetúan la dependencia de los combustibles fósiles. Es hora de que el gobierno escuche las demandas de la sociedad y tome medidas concretas para impulsar una transición hacia un futuro energético más sostenible y resiliente para todos los mexicanos.

¿Podrían los apagones influir en las elecciones y costarle votos a MORENA?

*Profesora de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del TEC de Monterrey, Campus Querétaro

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