La desaceleración en la generación de empleos ha provocado un efecto dominó en el consumo afectando al sector minorista, alimentos y salud. El gasto en alimentos cayó 1.8%, mientras que el gasto en bienes para el cuidado de la salud reportó una contracción de 3.2%.
De acuerdo con el reporte sobre el Monitor de Consumo de BBVA Research, durante julio hubo un menor gasto en bienes y servicios, provocando que el consumo registrara una caída de 1.4% mensual.
“La desaceleración de las ventas minoristas coincide con el menor dinamismo que el empleo formal ha registrado en los últimos meses, ante la desaceleración del sector industrial”, señala el reporte de la analista Saidé Salazar para el grupo financiero.
Cita que, de acuerdo con las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el número de trabajadores afiliados a esta institución reportó una variación anual promedio de 2.4% en los primeros siete meses del año, 1.3 puntos porcentuales por debajo de la registrada en el mismo periodo de 2023.
Lo cual se reflejó en que, en el análisis por componentes de consumo, el gasto en bienes cayó 1.4%, mientras que el gasto en servicios se contrajo 1.0%.
En el análisis desagregado, dentro del consumo de bienes, “el gasto en alimentos cayó 1.8%, la cifra más baja desde abril, mientras que el gasto en bienes para el cuidado de la salud reportó una contracción de 3.2% durante el periodo (la mayor caída desde julio de 2023)”, explica.
Considerando la cifra de julio, el gasto en alimentos se ubica 6.0% por arriba de su nivel de enero, mientras que el consumo de bienes para el cuidado de la salud se ubica 2.7% por debajo de ese mismo umbral, abundó.
“Estimamos que el menor crecimiento del empleo formal se extenderá hacia los siguientes meses, ante la pérdida de dinamismo del sector industrial, en un entorno de ralentización de la demanda externa de bienes duraderos, y menor gasto en construcción”, anticipa.
Y agrega que el dato preliminar del crecimiento del PIB en el segundo trimestre del año, 0.2% con respecto al primer trimestre, “confirma la debilidad de la economía (1.5% de crecimiento anual para el primer semestre del año) y corrobora nuestro sesgo a la baja sobre la previsión de crecimiento para 2024 (misma que podría aproximarse al crecimiento que la producción ha mostrado en la primera mitad del año)”.
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