La administración estatal queretana tiene estimado que el impacto de la huelga del sindicato del sector automotriz estadounidense afecte a la planta fabril local del ramo sólo en caso de prolongarse más de tres semanas.
El 14 de septiembre, el Sindicato United Auto Workers (UAW) anunció el paro de actividades contra tres de los gigantes automotrices: General Motors (GM), Ford y Stellantis (controladora de Fiat Chrysler y Groupe PSA) en Estados Unidos, tras no llegar a un acuerdo para negociar contratos con sus trabajadores.
Huelga automotriz en EU, en fase crítica
Las plantas cuya producción entró en paro por la huelga del UAW fueron la de Ensamble de Ford localizada en Wayne, Michigan; la planta de Ensamble de Stellantis en Toledo, Ohio, y la de General Motors en Wentzville, Missouri.
Al respecto, el gobernador queretano Mauricio Kuri González señaló que la dispersión de la proveeduría local hacia mercados de Europa y Asia amortiguará de manera temporal el impacto de la huelga, ya que el problema se focaliza exclusivamente en tres plantas de empresas estadounidenses.
Además, indicó que -de acuerdo con las estadísticas recientes- el mercado automotriz venía registrando una sobredemanda de vehículos, situación que favoreció el desplazamiento de las piezas, partes y componentes de las empresas queretanas que atienden este segmento de la industria.
De acuerdo con las estimaciones que hicieron tanto el gobernador Kuri González como el titular de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (Sedesu) del estado, Marco del Prete Tercero, existe una franja de amortiguamiento que permitiría a los fabricantes locales que integran parte de la cadena de proveeduría de las compañías continuar operando con relativa normalidad.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Sin embargo, indicaron, el problema podría empezar a presentarse si los acuerdos entre el Sindicato United Auto Workers (UAW) y las compañías afectadas no se da en periodo de tres semanas.
Aunque confiaron en que la intervención de la administración federal estadounidense en la intermediación laboral permita que las partes se acerquen y puedan alcanzar un acuerdo antes de esa fecha fatal, que arrastraría a la industria queretana.