Aunque el aumento del 25% los aranceles en el acero en México generará aumentos en los precios para las empresas, esto se hace para proteger el mercado nacional, indicó el presidente de la Asociación de Mipymes Industriales de Querétaro (AMIQRO), José Luis Cámara Gil.
“A final de cuentas todos somos usuarios finales o intermediarios en la cadena de suministro de material de acero, evidentemente nos va a impactar de manera importante, pues porque va a subir los precios a final de cuentas algo que comprabas en 10 pesos ahora te va a costar 12 o 13 pesos”, mencionó.
Explicó que con esos aranceles se pretenden hacer más competitivos los precios de la importación contra lo que se produce a nivel nacional, aunque eso sí afectará a la industria por el incremento de precios.
“Esto pudiera favorecer a la industria que ya se dedica a la elaboración de acero, pero por otro lado quienes lo transforma va a ver afectados su línea de costo y evidentemente va a repercutir en un proceso inflacionario”, dijo.
Las medidas aplicadas son del 25% de impuestos arancelarios hasta 2025 al acero y aluminio que son importados de China, India, Corea del Sur, así como otros países en los que no hay un tratado de Libre Comercio.
En tanto, para el sector siderúrgico del país la medida ha sido positiva debido a que México ocupa el lugar número 14 a nivel mundial en la producción de acero.
Además, el presidente de la AMIQRO refirió que hay otro pendiente de las autoridades mexicanas en cuanto a aplicar impuestos para la importación de vehículos provenientes de China. Ya que actualmente son nulas, lo que consideran como una competencia desleal frente a las unidades que provienen de Estados Unidos.
“Es una competencia desleal para la industria nacional lo de los carros que estamos importando de Estados Unidos, finalmente se hacen con las refacciones que mandamos de aquí; entonces, es una cadena que nos va a generar un efecto de pérdidas de empleos y de ingresos”, precisó.
Recalcó que los beneficiados de que no haya impuestos para las unidades chinas son para quienes los importan y venden; sin embargo, las empresas manufactureras no tienen un beneficio.
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“En México no se ha hecho caso a esta petición de Estados Unidos que es nuestro principal cliente, 75% de lo que producimos se va a Estados Unidos, no sólo de coches, sino de todo… Yo creo que sí nos compete que sea una revisión de la política económica de México”, mencionó.
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