El aumento del salario mínimo fue el primer cambio que realizó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en favor de los trabajadores mexicanos que por cuatro décadas resintieron en sus bolsillos el estancamiento de su ingreso que se enfrentaba cada año al incremento generalizado de los precios.
Sin embargo, la administración de Claudia Sheinbaum no debe descartar los impactos negativos que puede generar en el empleo y la inflación un alza constante de los salarios, indicaron especialistas.
“Sí hubo una mejora y una recuperación del ingreso a diferencia de otros sexenios. La mejora de este ingreso también se puede reflejar en la reducción de cinco millones de personas que ya no están en condición de pobreza. Pero, lo que hay que tomar en cuenta es que esto es una solución de corto plazo, tienen que ver y evaluar los inconvenientes que te puede generar esta medida en el mediano plazo”, explicó el subdirector de análisis económico de CIBanco, James Salazar.
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Detalló que al final los salarios funcionan como los precios, en el que si sube el nivel salarial, la gente comienza a gastar más y por ende los costos de las mercancías se elevan, lo que incide en la inflación y entonces este encarecimiento de productos afecta el ingreso.
Además, en cuestiones de empleo, habrá empresas que dejen de contratar personal porque les parecerá poco rentable los costos laborales por empleado, dijo el analista.
El primer aumento salarial se dio en 2019 con 16 por ciento en términos nominales al pasar de 88.36 a 102.68 pesos diarios, mientras que en la Zona Libre de la Frontera Norte subió de 88.36 a 176.72 pesos. Posteriormente el salario subió 20 por ciento en 2020, 15% en 2021, 22% en 2022, y 20% en 2023 y 2024, llegando a 248.9 pesos el día.
En medio de estos incrementos salariales, diversos analistas cuestionaron la decisión del titular del Ejecutivo al argumentar que si la gente tenía más dinero para gastar, la inflación se elevaría y complicaría el mandato de Banco de México (Banxico) respecto a mantener este referencial en un rango del dos al cuatro por ciento.
Al respecto, Guillermina Rodríguez, subdirectora de Estudios Económicos de Citibanamex, consideró que si bien el salario mínimo es una de las variables que inciden sobre la inflación, existen otros factores a considerar como el número de personas que perciben estos ingresos en el país, además de la situación económica actual.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en julio de 2024 había 22 millones 735 mil 532 trabajadores que ganaban hasta un salario mínimo. Al inicio del sexenio, la cifra era de 10 millones 475 mil 750 mexicanos.
Sobre la situación económica del país, la especialista de Citibanamex recordó que entre 2020 y 2021 ocurrió la pandemia del Covid-19, lo que provocó diversos choques de oferta y demanda a nivel global. Luego, en 2022 estalló la guerra entre Rusia y Ucrania, que a su vez elevó el costo de algunas materias primas, granos, energéticos, entre otros productos.
En enero de 2019, la inflación general anual en el país era de 4.37 por ciento y a finales de año se ubicó en 2.83 por ciento, según el Inegi. Para los cierres de 2020, 2021 y 2022 ascendió a 3.15, 7.36 y 7.82 por ciento, respectivamente.
Los incrementos al salario son uno de los componentes de la inflación, pero no el definitivo. Al tener mayores ingresos, las personas tienden a consumir más y esto se vio principalmente después del confinamiento por el Covid-19Guillermina Rodríguez, analista de Citibanamex
Más allá de la inflación, la analista de Citibanamex resaltó que los incrementos salariales también generan cierto dinamismo en el mercado laboral, pues pueden verse como un incentivo para que las personas encuentren un trabajo formal.
Sobre el combate a la pobreza y desigualdad, Guillermina Rodríguez consideró que los programas sociales implementados por la presente administración también ayudaron a disminuirla, si bien en algunos estados es un problema estructural o de hace varios años.
“Los resultados de empleo podrían definirse como mixtos, porque la tasa de desempleo es baja, pero hubo una pandemia, se perdieron algunos puestos de trabajo y también se subió el salario”, concluyó la analista.
La apuesta por nearshoring
Tras la crisis económica que dejó la pandemia del Covid-19, una de las apuestas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para atraer inversión y generar empleos, fue el denominado nearshoring, que representa la llegada de empresas productoras al país.
Sin embargo, hoy en día es difícil precisar cuántos empleos se han generado derivado del nearshoring, indicó Fernando Bermúdez Pire, director de Relaciones Corporativas de ManpowerGroup.
“No podemos tenerlo con precisión, el proceso de nearshoring es paulatino. Una vez que se anuncia la inversión en el país se van detonando las acciones para la instalación de las empresas. Incluso va desde la construcción o adecuación del espacio físico, servicios, contratación de personal, compras de maquinaria, etcétera. Se van generando una serie de empleos directos e indirectos que se crean tras el desarrollo de un proyecto de instalación de plantas o centros de servicios en nuestro país”, contó a El Sol de México.
Pese a ello, es un hecho que el incremento en el empleo en los sectores donde se espera mayor impacto de la relocalización se ha mantenido en los últimos años, además de que se prevé que los beneficios por ésta continúen en los próximos años.
De acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), entre 2019 y los primeros ocho meses de 2024, el norte del país, que incluye estados como Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, y Tamaulipas, registró 517 mil 625 nuevos empleos formales.
En contraste, el sur, integrado por entidades como Campeche, Chiapas, Tabasco y Veracruz, sumó 366 mil 690 puestos de trabajo en el mismo periodo.
Artemisa Montes, economista de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle, explicó que este crecimiento dispar en las regiones se debe a la estructura industrial del norte del país, donde el fenómeno del nearshoring ha impulsado la llegada de empresas extranjeras que buscan establecer operaciones cerca de Estados Unidos.
"El crecimiento económico en México está vinculado mayormente a la industria, y esta, a su vez, se concentra en los estados del norte, lo que ha generado una mayor creación de empleos en esa región", explica Montes.
Aunque los grandes proyectos en el sur como el Tren Maya y la refinería Olmeca en Dos Bocas, Tabasco, recibieron un fuerte respaldo gubernamental, no tuvieron el mismo impacto en términos de generación de empleos permanentes.
“No lograron crear las bases para un crecimiento sostenido del empleo, a diferencia de lo que ocurre en el norte con las industrias automotriz, aeroespacial y manufacturera, que siguen atrayendo inversiones extranjeras y generando empleos de forma constante”, dijo la especialista.
Para Montes, con la cantidad de población y las condiciones económicas, México debería estar generando un millón de empleos anuales, pero cubre poco más de la mitad.
Desaceleración golpea empleo
En lo que va de este año, el Producto Interno Bruto (PIB) se ha desacelerado con crecimientos menores al dos por ciento, lo que impacta a la generación de empleos, indicó James Salazar, subdirector de análisis económico en CIBanco.
"Después de la recuperación postpandemia, los crecimientos en el empleo se han frenado considerablemente", comenta Salazar. Añadió que esta desaceleración es un reflejo del enfriamiento de la actividad económica, lo que ha limitado la contratación de personal.
El norte no solo ha sido un imán para las inversiones extranjeras, sino también para los trabajadores del sur, quienes migran en busca de mejores oportunidades. Según Salazar, una gran parte de los empleos en el sector agrícola del norte son ocupados por jornaleros provenientes del sur.
"La migración laboral interna es una dinámica que ha sostenido la demanda de mano de obra en el norte, especialmente en las grandes operaciones agrícolas", detalla el economista.
El norte ha logrado desarrollar clústeres industriales vinculados al comercio exterior, mientras que en el sur estas oportunidades son limitadas
Esto es indicativo de cómo la economía del sur sigue siendo dependiente de sectores primarios, como la agricultura, que no generan el mismo número de empleos o salarios competitivos en comparación con las industrias tecnológicas y de manufactura que predominan en el norte, afirmó el analista de CIBanco.
Panorama con Sheinbaum
De acuerdo con la encuesta que hace Banxico al sector privado, cuatro de cada 10 empresarios esperan que hacia 2025, primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum, se perciba el mayor impacto por la relocalización de empresas extranjeras en el país.
Datos del IMSS muestran que en el último año se han registrado los niveles más altos en el empleo formal dentro del sector de la industria de la transformación, donde se espera el mayor beneficio por el nearshoring.
Según el organismo, en agosto pasado se registraron más de seis millones de puestos formales en el sector de la industria de la transformación, una cifra 11.8 por ciento mayor a la registrada al cierre de 2018.
Lucía Mier, directora de Oferta PyME de Scotiabank, destacó que México es el décimo país con mayor oportunidad de crecimiento en términos de ingreso para las compañías a nivel mundial.
La Secretaría de Economía, a través de su portal DataMéxico, detectó 575 anuncios de inversión del sector privado en México por 170.6 millones de dólares, esto entre enero de 2023 y septiembre de 2024. De acuerdo con el sitio, las empresas de Estados Unidos son las que muestran mayor interés en el país con una expectativa de inversión de 68.4 millones de dólares.
De acuerdo con Mier, para que las pequeñas y medianas empresas (Pymes) que son las que mayormente generan el empleo, aprovechen el nearshoring se tienen que integrar eficientemente a las cadenas de valor y deben profesionalizar sus servicios a través de una capacitación constante.
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Los especialistas coinciden en que será en los próximos años cuando se determine el impacto del nearshoring en el país tanto en términos de inversión como en generación de empleo y crecimiento económico.
"Probablemente, de aquí a 2030 iremos viendo de manera progresiva cómo se va desarrollando. Recordemos que cuando se firmó el TLCAN los resultados empezaron a darse en un período de entre seis y siete años", señaló Fernando Bermúdez Pire, director de Relaciones Corporativas de ManpowerGroup.