Los precios del petróleo continuaron disparándose el miércoles, el gas natural y el aluminio tocaron máximos históricos y el níquel alcanzó su récord en una década, impulsados por la guerra en Ucrania, que alimenta los temores de ruptura de suministro de energía y materias primas.
El oro negro volvió a dispararse tras la decisión de los países exportadores de la OPEP+, encabezados por Arabia Saudita y Rusia, de no aumentar su producción más de lo previsto, pese a la subida de los precios, que está alimentando una inflación galopante en muchos países.
El barril de WTI estadounidense se vendía a 110,95 dólares, un alza de 7,29%, a las 14h20 GMT, tras haber llegado a 112,51 dólares, su precio más alto desde 2013. El Brent del mar del Norte ganaba 6,50% después de alcanzar 113,94 dólares por barril, un máximo desde 2014.
Por su parte, el precio europeo de referencia para el gas natural, el TTF holandés, llegó a un récord histórico de 194,715 euros por equivalente de megavatio hora (MWh), y el precio del gas británico cotizaba muy cerca de su máximo histórico del pasado diciembre.
La decisión de la OPEP+ "no contribuirá a disipar los temores sobre el choque de la oferta provocado por las sanciones a Rusia, porque la demanda de petróleo está creciendo rápidamente y la OPEP ya es incapaz de cumplir sus propias cuotas de producción en varios países", señala Tamas Varga, analista de PVM.
La invasión de Ucrania por el régimen ruso de Vladimir Putin ha llevado a la Unión Europea y a Estados Unidos a imponer duras sanciones a Moscú, lo que alimenta el temor a que se interrumpan las exportaciones energéticas rusas.
Rusia es el segundo exportador mundial de crudo y suministra más del 40% de las importaciones anuales de gas natural en la Unión Europea.
Escasez de energía
"La guerra en Ucrania está provocando una fuerte reducción de las exportaciones energéticas de Rusia, aunque estén exentas de sanciones" por el momento, señala Bjarne Schieldrop, analista de Seb.
"Los transportistas se están absteniendo de llevar cargamentos de energía rusos por temor a posibles sanciones y a los riesgos de reputación a los que se enfrentan", agrega.
"El riesgo ahora es que Occidente se vea sometido a una presión cada vez mayor para sancionar las exportaciones rusas de petróleo y gas", subraya Neil Wilson, analista de Markets.com, lo que dispararía aún más los precios de la energía.
La Unión Europea ha excluído a siete bancos rusos del sistema financiero internacional Swift, pero hasta ahora ha tenido cuidado de preservar a dos grandes instituciones financieras con fuertes vínculos con el sector del petróleo y el gas.
El conflicto ruso-ucraniano tiene lugar en un momento en que los precios del crudo ya estaban subiendo con fuerza debido a la falta de oferta y a la fuerte recuperación de la demanda mundial provocada por el levantamiento en muchos países de las restricciones sanitarias impuestas para combatir la pandemia de coronavirus.
Ahora, "a menos que la geopolítica se calme (...) podríamos ver una continuación de esta tendencia" con "efectos dominó en la mayoría de tipos de activos y en los precios al consumo", advierte Walid Koudmani, de XTB.
Los metales industriales se disparan
Los precios de los metales industriales ya se vieron arrastrados el miércoles, dado que "son cada vez más probables las rupturas del suministro desde Rusia", señala Daniel Briesemann, de Commerzbank.
El gigante naviero danés Maersk anunció el martes que suspendía los nuevos pedidos hacia y desde los puertos rusos, excluyendo alimentos, productos médicos y humanitarios, debido a las sanciones internacionales.
"Si otras compañías navieras siguen este ejemplo, probablemente será cada vez más difícil exportar materiales desde Rusia", subraya este analista.
El aumento fue especialmente marcado en el caso del aluminio y el níquel, metales que dependen en gran medida de las exportaciones rusas.
La tonelada de aluminio alcanzó el miércoles los 3.597 dólares en el mercado de metales de Londres (LME), un máximo histórico, mientras que el níquel se acercó a su máximo en 11 años, vendiéndose a 26.505 dólares la tonelada.
En 2021, Rusia fue el tercer productor mundial de aluminio, detrás de China e India, según datos de la Oficina Mundial de Estadísticas del Metal, y exporta gran parte de su producción a Turquía, Japón, China, Estados Unidos y la UE.