Los índices bursátiles mundiales se sumían en la depresión este jueves, anulando la tímida estabilización de la víspera, en tanto la epidemia de coronavirus se extiende por todo el planeta.
Tokio marcó el ritmo con una caída de más del 2% por las crecientes amenazas de la crisis sanitaria sobre la organización de los Juegos Olímpicos-2020.
Más tarde en la jornada, Wall Street también se hundía a la apertura, con fuertes descensos del Dow Jones (-1,90%) y el Nasdaq (-2,64%). Estos dos índices registraron pérdidas de más del 9% y 7%, respectivamente, en una semana.
De la misma manera, penando desde el lunes, los mercados europeos declinaban. A las 15h30 GMT, el rojo dominaba las principales plazas bursátiles, París, Londres, Fráncfort, Milán y Madrid perdían en el orden del 4%.
En sólo una semana, el Euro Stoxx, índice bursátil de los principales valores de la zona euro, perdió alrededor del 10%.
De manera simultánea, el petróleo continuaba cayendo este, en más del 4%.
Además de las preocupaciones crecientes vinculadas al coronavirus, los mercados enfrentan "vientos de pánico sobre los umbrales técnicos" que provocan "ventas forzadas", o sea, interveniendo de manera automática sobre la base de algoritmos, explica a la AFP, Laurent Gaetani, gerente de Degroof Petercam.
La ansiedad de los inversores aumenta en tanto la epidemia de COVID-19 se extiende por todo el mundo, y "si el coronavirus llega realmente a Estados Unidos, la caída puede acentuarse", a pesar de que el presidente Donald Trump intentó transmitir tranquilidad al respecto el miércoles de noche, advierte el especialista.
En este tenso contexto sanitario, "los indicadores no son tenidos en cuenta en absoluto en las cotizaciones bursátiles", subraya Gaetani.
¿Respuesta de política monetaria?
El coronavirus ha infectado a cerca de 82.000 personas y casi 2.800 han muerto en todo el mundo. El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró este jueves que la epidemia ha alcanzado un "momento decisivo", y solicitó a los países actuar rápidamente para contener este "virus muy peligroso".
La epidemia parece haber alcanzado su nivel máximo en China, donde hubo una inflexión y el número de muertes diarias sigue disminuyendo. Pero el COVID-19 ya afecta a más de 45 naciones.
En este contexto, nadie duda sobre el impacto de esta epidemia sobre el crecimiento mundial, aunque aún es difícil evaluarlo.
Numerosos grupos empresariales han revisado sus previsiones de facturación a la baja o se han mostrado prudentes. Entre ellos, el banco Standard Chartered, el líder mundial del sector cervecero AB InBev, o Air France-KLM.
En la UE, Bruselas encara proponer dentro de un mes, si es necesario, "medidas de acompañamiento" para los sectores más fragilizados por el coronavirus, indicó este jueves el comisario europeo de la Industria, Thierry Breton.
"Una respuesta de política monetaria es posible, y los mercados manejan la idea de una baja de las tasas estadounidenses" para sostener la economía, señala una nota de La Banque Postale Asset Management.