El Indicador Multidimensional de la Manufactura BBVA (IMM BBVA) alertó sobre una ralentización de la industria manufacturera mexicana, al registrar una caída de -1.7% en febrero, llevando el promedio de la variación interanual de los dos primeros meses del año a -1.2%, 3.2 porcentuales por debajo del registrado en el mismo periodo del año anterior.
“Considerando el moderado crecimiento que registrarán algunos componentes de la demanda interna, revisamos a la baja nuestra estimación de crecimiento para este año, a 2.5%, contra el 2.9% previo”, señala en su revisión la analista Saidé Salazar, para BBVA Research.
Y anticipó que a lo largo de 2024 se registrará una tendencia de menor crecimiento en la producción manufacturera, provocado por la perdida de dinamismo de la demanda externa, ante la reducción del consumo de bienes duraderos en Estados Unidos, que resentirá el sector fabril mexicano.
“Anticipamos que la desaceleración de la demanda de bienes duraderos en ese país (Estados Unidos), se prolongará hacia los siguientes meses, ante el gradual agotamiento del ahorro acumulado en un contexto de mayores tasas de interés, con ralentización del sector exportador mexicano”, indicó.
Con base en las cifras más recientes del Bureau of Economic Analysis, en febrero las ventas minoristas en la Unión Americana cayeron por segunda vez consecutiva, con disminuciones en los segmentos de ropa, alimentos, artículos para el cuidado de la salud, muebles, y aparatos electrónicos.
Señaló que, en lo que respecta al segmento de vehículos y autopartes, mostró un modesto crecimiento, con una variación mensual de 0.7%, tras caer -2.0% el mes previo.
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El análisis propuesto expone que, en términos de capacidad utilizada, ocho de los veintiún subsectores de la industria mexicana aún se ubican en niveles por debajo de su cifra prepandemia.
Aunque, explicó que, en el mediano plazo, “estimamos que el segmento industrial ganará impulso a medida que se materialice el proceso de relocalización de la producción (nearshoring)”.