Aunque las condiciones de desarrollo favorecen al estado de Querétaro, el crecimiento industrial puede acentuar la desigualdad, por lo que una medida de prevención sería el establecimiento de un salario mínimo estatal, de acuerdo con el economista Enrique Kato Vidal.
“En la medida en que la ciudad se encarece, la manera para tratar de mejorar la calidad de vida de la mitad de la población con menos ingresos podría ser subir el salario mínimo por arriba del federal”.
El también investigador de la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), estimó que la instalación de industrias con grandes capitales y ofertas laborales de puestos con alta especialización pueden favorecer el desarrollo económico de la entidad, pero también amplía la brecha de desigualdad.
“Reconociendo que no todas las ciudades son igual de costosas, se podría implementar un salario mínimo estatal para ayudar con esto y otras medidas, no necesariamente relacionadas con la inversión extranjera”.
Kato Vidal refirió que el tema de la vivienda social es una de las discusiones actuales a nivel internacional, puesto que los fenómenos que encarecen e imposibilitan la adquisición de una casa propia suceden en todo el mundo y, particularmente en las ciudades que registran altos niveles de crecimiento, como es el caso de Querétaro. Una de las medidas adoptadas por otros gobiernos es ampliar las opciones para adquirir una casa.
“Que uno pueda adquirir vivienda no solamente a través de un crédito hipotecario o a través del Instituto de Vivienda, sino también a partir de la vivienda que construyen los municipios o los gobiernos estatales”.
El hecho de que se oferten altos salarios para los perfiles especializados contribuye al encarecimiento de los servicios básicos como la vivienda y los productos de la canasta básica, por lo que la consideración de un salario mínimo estatal podría proteger a los sectores más favorecidos y emparejar las condiciones de acuerdo con las características específicas del estado.
“Nos ponemos contentos de que alguien está ganando un buen salario, pero también nos ponemos simultáneamente tristes de ver el tráfico, la congestión vehicular y al mismo tiempo que las ciudades se van haciendo más caras y eso significa: los alimentos, pero también la vivienda”.
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La intervención estatal para regular y establecer un salario mínimo acorde a las condiciones locales se relaciona con que, a partir de un porcentaje pequeño de la población que trabaja en la industria de la transformación, se encarece el resto del territorio. Kato Vidal estimó que es solo alrededor del 15% el porcentaje de trabajadores que se desempeñan en las industrias que exportan desde Querétaro.
