El promedio de los préstamos para vivienda que se otorgan en Querétaro y el Bajío es de hasta 3 millones de pesos, lo que está por arriba del promedio nacional, refirió Gregorio Sánchez Hernández, director corporativo de negocios del Banco Inmobiliario Mexicano (BIM).
“Hoy en el banco traemos un promedio de vivienda aproximadamente entre 2.2 o 2.5 millones, los créditos que financiamos, ese es el valor promedio de la vivienda. (…) Aquí en Bajío sube un poquito más el promedio de hasta 3 millones de pesos”, dijo.
Durante la gira territorial del banco por la zona del Bajío, señaló que en el último año colocaron 600 millones de pesos en créditos para la vivienda, principalmente para nivel media y residencial.
Explicó que para la adquisición de este tipo de vivienda el poder adquisitivo debe ser mayor y también la capacidad de ahorro, lo cual se tiene en el estado, por lo que consideró que la construcción de este segmento no limita la compra a las personas, pues el mercado lo está demandando.
“Esto hace que los desarrolladores de vivienda tengan que construir la vivienda que se está demandando y hoy en Querétaro se demanda una vivienda de alto valor”, mencionó.
Recalcó que a nivel nacional no se ha abierto el mercado para la construcción económica, y está situación se agudiza en la entidad debido al precio elevado del suelo con agua, así como el poder adquisitivo que existe.
“El poder adquisitivo es bastante elevado, arriba del promedio nacional, y eso hace que cuando tienes un poder adquisitivo alto pues a lo que aspiras es a una vivienda media y residencial”, dijo.
Aseguró que como banco han pedido que se construya vivienda económica de entre 600 y 700 mil pesos, sin embargo, en Querétaro no es posible de forma “masiva”.
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“Para nosotros Querétaro representa, y seguirá representando uno de los estados más importantes para la colocación para la parte de los créditos puentes”, explicó.
Subrayó que debe haber un trabajo coordinado entre gobierno e iniciativa privada para que se ofrezca vivienda que sea accesible para los trabajadores jóvenes, ya que al no haber esta oferta se encarecen las rentas ante la alta demanda que existe, porque las personas solo pueden rentar una vivienda.