En los primeros cinco años comparados entre las dos administraciones federales anteriores, la de Andrés Manuel López Obrador invirtió 27.8 por ciento menos que la de Enrique Peña Nieto, de acuerdo con un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Esto es que ahora se enfrenta un reto más fuerte para invertir en capacidad y subsanar la saturación de las redes eléctricas.
Apenas entrado el gobierno actual de Claudia Sheinbaum, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) volteó a Querétaro para echar a andar un proyecto iniciado por esta administración estatal que permitirá abastecer a empresas y viviendas.
Luego de que el la paraestatal tomó el proyecto de electrificación creado por el Gobierno del estado, la Comisión Federal de Electricidad resurgió el proyecto para Querétaro, apoyado esto en la aprobación de la Reforma Energética.
Mientras tanto, los datos de IMCO refieren que los presupuestos para energía en la gestión de Peña Nieto suman 28.1 mil millones de pesos, mientras que en la de Andrés Manuel López Obrador la cantidad asignada en el mismo número de años fue de 20.3 mil millones de pesos, lo que arroja ese 27.8 por ciento menos de diferencia.
En esto se tomaron en cuenta los primeros cinco años debido a que aún no existe un corte de 2024, por lo tanto, igual se omite el sexto año de Peña para hacer el comparativo en cuanto a los recursos aprobados y ejercidos por la CFE Transmisión en Infraestructura.
El estudio de IMCO revela que la misma CFE reconoce que, de 2023 en adelante, se requerirán 84 mil millones de pesos para ejecutar 57 proyectos relacionados al mantenimiento de líneas de transmisión, subestaciones de potencia, adquisición de equipo de cómputo y rehabilitación de edificios y talleres, así como 12 mil 150 proyectos instruidos por la Secretaría de Energía en el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen).
Por lo anterior, se precisa que la Secretaría de Energía publica el Prodesen de manera anual con una visión a 15 años. En el documento, publica que las expansiones a la capacidad de generación son únicamente indicativas; sin embargo, las obras planteadas para ampliar y modernizar las redes eléctricas son vinculantes; es decir, la CFE es quien debe ejecutar esos proyectos.
En la presentación de IMCO abre con el planteamiento de que México enfrenta dos retos centrales en materia de electricidad: uno es la falta de capacidad de generación eléctrica -la cual se abordó en un estudio anterior- y el otro es la saturación de las redes eléctricas; o sea, la infraestructura que permite llevar la energía eléctrica de las centrales de generación hasta los centros de carga (consumo).
El estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad hace énfasis en algunos factores que deben ser tomados en cuenta como grandes desafíos particulares, debido a los cambios tecnológicos y geopolíticos.
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Ejemplo de lo anterior es la incorporación acelerada de energías renovables. Precisa que la intermitencia o variabilidad de las energías solar fotovoltaica y eólica presentan un desafío. Otro es la electromovilidad, debido a la expansión en el uso de vehículos, lo cual aumentará la presión sobre las redes eléctricas en la próxima década, además de las pérdidas de energía.
De esto último, el análisis de IMCO explica que la CFE registra un porcentaje de pérdidas de energía del 12.56 por ciento. De éstas, el 41.5 por ciento son pérdidas técnicas; es decir, que se afectan por el sobrecalentamiento de los conductores eléctricos y los transformadores.