Una estructura metálica, llena de coloridos banners y un letrero: Pulso GNP, daba la bienvenida a los asistentes al Festival.
Una vez dentro, la atmósfera era distinta; el calor, el sudor y la tierra dejaron de ser un problema y se convirtieron en parte de la experiencia musical en vivo.
Jóvenes de distintos puntos del país acudieron al llamado. Los vehículos estacionados en los alrededores del Antiguo Aeropuerto presumían placas de Guanajuato, Ciudad de México, Estado de México, Morelos, Michoacán, San Luis Potosí y otros lugares de la región.
La música también llegó. Los primeros acordes corrieron a cargo de Budaya. Un discreto auditorio fue testigo de su presentación en el escenario Casa Bacardi, uno de los principales.
S7N, con su propuesta de rock metal y Filulas Juz, originarios de Querétaro, abrieron los escenarios Vivir es increíble y Centro, respectivamente.
La jornada musical continuó al ritmo de los colombianos de La Toma, para luego dar paso a Los Blenders, Barco y Neptuna.
La experiencia no solo fue musical. El escenario Centro abrió su espacio a la comedia. Fran Hevia y Alan Saldaña arrancaron las risas de los fanáticos del stand up comedy, mientras, los escenarios principales se preparaban para la segunda ronda de agrupaciones, las del mainstream actual.
Siddhartha, en Casa Bacardi, puso a corear a sus fanáticos su éxito "Únicos", por otro lado, y una vez que el ex integrante de Zoe dejó su escenario, los miembros de Camilo Séptimo pusieron la "Magia" en el espacio Vivir es increíble, al interpretar el tema de este nombre.
LAS VIEJAS Y NUEVAS GENERACIONES
La nostalgia llegó de la mano del proyecto Rock en tu idioma, acústico. Sabo Romo, en compañía de una camerata y sus colegas Jose Fors, Maria Barracuda y Cecilia Tussaint, interpretaron temas pertenecientes al movimiento de rock mexicano de los 80. Los éxitos "Carretera" y "Kumbala" fueron de los más coreados, en este último, Sabo y Toussaint bailaron de cerquita, lo que levantó el ímpetu del respetable.
El escenario Pulso continuó con su propuesta emergente. Centavrvs y Rhye se entregaron al público, que aunque no tan numeroso como en los escenarios principales, fue efusivo y correspondió a la entrega de los músicos.
Wolfmother rompió la atmósfera "rock, indie y ochentera" con una propuesta más estridente. El escenario Bacardi fue su anfitrión y en él se escucharon fuerte y sin restricciones, los golpes de batería, guitarra y bajo, todo como preámbulo de la tercera y última etapa del Festival.
LOS GRANDES
Mon Laferte, pese a no tener más de unos años en la escena musical, se alzó como uno de los números estelares de la jornada.
Sencillos como "Tu falta de querer" y "Antes de ti" la han posicionado en el Olimpo de la música latinoamericana y lo constató en su paso por este festival. Ante un público que ya se reportaba por arriba de los 30 mil presentes, la cantante chilena se entregó al escenario queretano.
Minutos más tarde, la nostalgia regresó en voz de Caifanes, quienes con canciones como "Quisiera ser alcohol", "Antes de que nos olviden" y su nuevo sencillo "Heridos", llevaron la noche al punto más climático.
Interpol tomaría la estafeta, la agrupación estadounidense prendió a todos, incluso a los menos melómanos, con canciones como "If you really love nothing" y "Evil".
El ambiente festivo no paró, pues Los Auténticos Decadentes hicieron suyo al público presente, quien siguió la fiesta al ritmo de LNG SHT y Mi banda el mexicano, grupo que tuvo la tarea de cerrar el telón.