Ennio Morricone, autor de algunas de las bandas sonoras más famosas de la historia del cine, falleció la madrugada del lunes en una clínica romana, en la que permanecía ingresado por las complicaciones surgidas, tras caerse días atrás y romperse el fémur.
Morricone nació el 10 de noviembre de 1928 en Roma, donde descubrió su amor por las partituras gracias a su padre, que también era músico.
Estudió en el Conservatorio Santa Cecilia, bajo la dirección de Goffredo Alessandrini y se diplomó en composición, trompeta y canto coral.
Comenzó como compositor de música sinfónica y de cámara, extendió su actividad a la música ligera y trabajó además de arreglista de cantantes como Gianni Morandi o Jimmy Fontana.
Su primera incursión en el mundo del cine, al que quedaría para siempre vinculado, se produjo en 1961 con la banda de la película "El federal" de Luciano Salcio y acabaría fraguando una estrecha colaboración con otros cineastas como Marco Bellocchio o Bernardo Bertolucci.
Su gran éxito llegó con Sergio Leone, de quien fue compañero de escuela en Roma. Para él compuso las dramáticas bandas de la "Trilogía del Dólar", spaghetti western protagonizada por Clint Eastwood: "Por un puñado de dólares" (1964), "Por unos dólares más" (1965) e "El bueno, el malo y el feo" (1966).
Ya consagrado como uno de los más prestigiosos compositores de la historia del cine, trabajó con otros directores como Pier Paolo Pasolini, Lina Wertmuller, Roman Polanski, Oliver Stone y Pedro Almodóvar en "Átame" (1990).
Algunas de sus aportaciones más célebres son las composiciones para la cinta "Cinema Paradiso" (1988), de Giuseppe Tornatore; la obra maestra de Bernardo Bertolucci, "Novecento" (1976), o la historia de aquel misionero jesuita de "La misión" (1986).
En enero de 2019, a los 90 años, comunicó que dejaría de componer y durante ese año ofreció una serie de conciertos para recordar los temas que lo hicieron célebre.
Morricone deja como legado una inolvidable carrera de la que solo se ha arrepentido de una cosa, tal y como confesaba en su libro-entrevista: no dedicar más tiempo a su esposa, María, con la que tuvo cuatro hijos y que lo acompañó en sus últimos momentos.
En 2006 recibió el Oscar honorífico y una década después, en 2016, lo ganó por la banda sonora de "Los 8 más odiados" (2015) de Quentin Tarantino. Asimismo se hizo acreedor a tres Grammy, cuatro Globos de Oro y un León de Oro de Venecia, consagrándose como uno de los grandes compositores de la historia del cine.
Este año había sido galardonado con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2020 junto a otro de los grandes compositores, el estadounidense John Williams, premio que dijo acudiría a recibir y que acogía “conmovido”.
Carta póstuma
Para despedirse de sus familiares y amigos, Morricone dejó una carta de despedida en la que además "renueva" su amor a su esposa, María, misma que fue leída a las puertas de la clínica, por Giorgio Assumma, abogado y amigo del compositor.
"Yo, Ennio Morricone, he muerto. Lo anuncio así a todos los amigos que siempre me fueron cercanos y también a esos un poco lejanos que despido con gran afecto", empieza la misiva.
Luego el compositor explicaba que solo había una razón para despedirse de este modo: "no quiero molestar".
Un recuerdo "particular" se lo dirigió a Peppucio, el director Giuseppe Tornatore, para quien trabajó en todas sus películas, y a su esposa, Roberta Pacetti: "amigos fraternos muy presentes en estos últimos años de nuestra vida", sostenía el escrito.
También citó a algunos amigos y a sus hermanas, Adriana, María y Franca; a sus cuatro hijos, Marco, Alessandra, Andrea y Giovanni; y a sus nietos, Francesca, Valentina, Francesco y Luca.
Y en último, pero especial lugar a su esposa, María Travia, con la que compartió su vida desde que se conocieran en 1950. "A ella renuevo el amor extraordinario que nos ha mantenido juntos y que lamento abandonar. A ella es mi más doloroso adiós", concluyó.