Después de estar encerrados por dos años lo que más ansiaban era estar sobre los escenarios, admite el baterista. “Fue lo que más nos dolió, estar lejos de la gente. Y la verdad, [estar de gira] lo estamos disfrutando más que nunca”, expresó Alfonso André.
Caifanes es uno de los grupos de rock en español más representativos de la década de los ochenta y noventa. Su música ha sido parte del soundtrack de la vida de un sinfín de personas: de los ahora adultos que descubrieron su música durante sus primeros años y crecieron con ellos; de los ahora jóvenes cuyos papás ponían sus discos en camino de la escuela; y de los niños que al igual que los anteriores continuarán con la tradición. Ese es el poder de la música, de su música.
“Hemos pasado por muchas cosas”, comenta André, “de hecho siempre tratamos de encontrar algo nuevo, obviamente sin perderlo [su esencia]. Pues lo que tanto trabajo le cuesta a una banda es tener una personalidad propia, hacer un lenguaje propio, una forma de ser. Que la gente cuando lo escuche sabe que eres tú, ya sea cómo músico, como baterista, yo, como guitarrista, Saúl, o como tecladista, Diego.
“Que cuando escuche [el público] lo que estamos haciendo siempre, sea a cada uno de nosotros o la combinación de todos, pues que suene a Caifanes o Jaguares en su momento, o a La Barranca con otros músicos con los que he trabajado. Pero sí encontrar una personalidad propia es algo difícil y, que es muy importante tenerlo como artista.
“Entonces, obviamente siempre queremos integrar cosas nuevas a nuestro trabajo, pero sin perder tampoco la huella que debe ser Caifanes. Es un balance, pero siempre estamos en esa búsqueda y creo que cada vez, mientras más eres tú dentro de la música o dentro del arte, más sencillo se da esta voz propia”, dice en entrevista con DIARIO DE QUERÉTARO.
La trayectoria de la agrupación ha tenido subidas y bajadas. La conformación y disolución de diversos grupos a lo largo del camino ha consolidado lo que Caifanes es hoy en día. Hoy más que nunca se permiten experimentar con la música, sea en conjunto o por separado, al final lo que los une es esa pasión melómana y creativa.
“En un principio como que no nos gustaba [que tuvieran proyectos por solitario], de hecho yo estuve trabajando con La Barranca al mismo tiempo que estaba en Jaguares”, recordó el baterista. “Pero como que había muchos celos y también era difícil porque eran dos bandas que me demandaban demasiado y estaba quedando más con una que la otra, entonces tuve que dejarlo”, expresó.
“Hoy por hoy, nos estamos dando más chance de hacer cosas cada quien. Yo tengo un proyecto solista y cuando estoy de vacaciones, con Caifanes siempre nos damos un tiempo para descansar los unos de los otros y hacer otras cosas también. Entonces [es ahí] que me gusta trabajar con otros músicos, hacer cosas más propias, más mías, que es mi proyecto solista en el cual canto”, explicó André.
Además de la extensa discografía que posee en conjunto con los miembros de Caifanes, Jaguares y La Barranca, Alfonso André tiene dos álbumes musicales como solista: Cerro del Aire de 2011 y Mar Rojo de 2015. Fue el reencuentro de Caifanes lo que lo inspiró no sólo a revivir el pasado, sino también avanzar hacia el futuro y dar un paso en su carrera musical al animarse a apoderarse del escenario detrás de un micrófono.
“Si hago eso y me divierto, y trabajo con otros músicos y eso me enseña cosas o me abre la cabeza a nuevos proyectos, lo puedo aplicar a Caifanes. Creo que es enriquecedor para la banda el que hagamos cosas aparte. Entonces ahora nos damos más chance de eso, de trabajar en otros proyectos y eso será enriquecedor a la larga”, puntualizó.
André explicó que como grupo, no tienen un método definido para crear un álbum. En algunas ocasiones todo comienza con una idea y los demás la siguen, se dejan seducir y se dejan llevar hasta ver a dónde los lleva. “De repente a Saúl se le ocurre la letra y empieza a cantarla, a veces no, a veces él compone en su casa, tiene su propio proceso y ya la arreglamos”, comentó.
Para Alfonso, los discos son un “retrato de lo que están pasando”, lo que está aconteciendo en determinado momento, fuera o dentro de sus vidas personales. “Como artista eres sensible a todo lo que está alrededor y todo eso se va acumulando. Todo lo que vives, todo lo que ves, todo lo que percibes alrededor y todo eso se va acumulando, y a la hora de hacer música pues sale todo eso de una u otra manera”, agrega.
Como grupo son conscientes que los respaldan décadas de trayectoria y que su público ha ido creciendo con el tiempo convirtiéndose en un popurrí generacional. “Nos encanta que esta música que hicimos hace tantos años siga viva, siga vigente en el corazón de tanta gente joven”, agregó el cantautor.
Pensando en esos nuevos seguidores es que han tratado de armar un repertorio variado, lleno de temas nuevos, de los clásicos y de los que tienen años sin desempolvar. “No es un show que ya esté pre armado y que sea siempre igual, como ahora se da mucho eso. Hay muchos grupos que trabajan con secuencias ya de todo el show, todo está sincronizado y le ponen play y ya el mismo concierto siempre. Eso me parece aburrido, a nosotros nos gusta más improvisar un poco.
“Entonces cada concierto, en la prueba de sonido, nos ponemos de acuerdo de lo que queremos tocar esa noche. Cualquier canción que se nos antoje sacar del baúl, desempolvarla. Le damos una ensayada y si sale bien, la tocamos esa noche. Si no sale bien, la dejamos para después y le damos más ensayadas en cada prueba de sonido.
“Ahora hemos integrado más canciones de Jaguares, que es una etapa importante de nuestra carrera, sobre todo mía y de Saúl, que somos los que estuvimos ahí todo el tiempo. Son rolas que hemos dejado de tocar y que a mucha gente les gustan y que quieren escuchar, y nosotros también queremos tocarlas. Yo extraño mucho tocar algunas de Jaguares, así que hemos rescatado algunas de estas para tocarlas en shows”, comentó.
Finalmente, Alfonso André dejó un agradecimiento a los fanáticos queretanos, por apoyar lo que hacen y por el impacto que han tenido en sus carreras. “Realmente es gracias a ellos, lo tenemos clarísimo que seguimos aquí haciendo lo que amamos tanto hacer. Estamos muy agradecidos y por eso en cada concierto entregamos el corazón ahí, seguramente este sábado será así. Ahí los esperamos y esperamos que entre todos hagamos un concierto memorable”.
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A pesar de tener material para su próximo disco, el grupo no tiene presión alguna. “La verdad es que sí nos estamos tomando nuestro tiempo, porque estamos muy agusto tocando en vivo y no queremos parar de la gira”, comentó el baterista. Hasta el momento de la entrevista se nos comentó que recién habían grabado dos canciones, una con potencial de ser lanzada próximamente, mientras que la otra estaban decidiendo si saldría junto con el próximo álbum.
A un año de su última presentación en Querétaro, Alfonso André, Saúl Hernández y Diego Herrera se reencontraron con el público queretano en la segunda edición del Festival City que se realizó ayer con la asistencia de miles de melómanos de todas las generaciones.