Por: Mario Rodrigo Sánchez Martínez
Mágica la noche que se vivió en el auditorio JosefaOrtiz de Domínguez, cuando aproximadamente 3,500 almas sereunieron para presenciar un concierto inolvidable en donde loschelos y la música metal fueron los protagonistas. Los finlandesesde Apocalyptica hacían su primera y muy esperada presentación entierras queretanas desatando una enorme expectativa que, sin duda,dejó a todos los asistentes con un gran sabor de boca.
El lunes no fue un impedimento para que legiones de fans asistieranal evento y cantaran a todo pulmón los temas principales de estabanda, así como sus esperados covers de Metallica. El conciertofue impecable en todos los sentidos, comenzando puntual a la horapublicada, que eran las 21 horasc, cuando las luces se apagaron yuna atronadora ovación enmarcaba el sonido de la batería y loschelos distorsionados que, con las primeras notas de “Reign offear”, anunciaba la entrada a escena de estos cuatro maravillososmúsicos. Los siguientes temas que fueron interpretados, sin dartregua alguna, fueron “Burn” y “Grace” para dar paso a lapresentación de la banda en voz de Eicca Toppinen quien daba labienvenida en tono completamente amistoso, presentando a su vez aFranky Perez quien saltaba al escenario tras la ovación de lagente que sabía que seguían los temas con voz y obviamente variosde la nueva producción que vienen promocionando,“Shadowmaker”, primer álbum en el que cuentan con un solovocalista y que es él.Así fue como “I’m not Jesus” comenzó a sonar, con granaceptación, para seguir con uno de los maravillosos sencillos delnuevo trabajo, “House of chains” cuyo final fue precedido conun pequeño solo de Perttu Kivilaakso que finalizó con lasprimeras notas de un tema que ya es un himno del metal y que era laprimera interpretación de Metallica de esa noche, “Master ofpuppets”, con el sonido impresionante y poderoso a cargo de lasbaterías de Mikko Sirén.
Con un auditorio en pleno éxtasis anunciaron su siguiente tema,original de la banda Sepultura y que diera título a su segundotrabajo, “Inquisition symphony”. Uno de los momentos másimpresionantes de la noche fue cuando Franky y Mikko abandonaron elescenario para dejárselo completo a los tres chelistas, quienes sesentaron en los banquillos para regalar al público una preciosainterpretación de “Bittersweet” que la gente cantó con gransentimiento, llenando el auditorio con esas notas desde elcorazón.
Y siguió otro tema del nuevo trabajo con Franky, en estaocasión “Till death do us part”, para dar paso a “Hope”.El ánimo no decayó para nada y los creadores del estilo hoydenominado “cello metal” seguían entregados con gran pasión aun público que en todo momento respondió con mucho cariño.“Shadowmaker”, tema que da título a la más recienteproducción de los fineses, fue el siguiente en la lista parafinalizar con un sorpresivo fragmento de “El rey” que la genterecibió a gritos. Aunque Franky es originario de Las Vegas,Nevada, su origen cubano le permitió comunicarse en un españolfluido con el público que lo agradeció mucho, presentando asíotro sencillo de la nueva producción, “Cold blood”, temafresco que muestra la evolución musical de la agrupación. “Notstrong enough” fue su siguiente interpretación para que losprimeros sonidos de “Nothing else matters” precedieran unatremenda ovación, misma que acabó en una multitud al unísonocantando este tema original de Metallica.
Más material nuevo sonó con “Riot lights” y posteriormenteotro tema de Sepultura que se hiciera tan conocido en la escena delmetal, “Refuse / Resist”. Se acercaba el final del evento conun tema que los mismos músicos manifestaron era de sus preferidosde Metallica y los riffs de “Seek and destroy” volaron el techodel auditorio para pemitir que Perttu presentara a cada uno de losintegrantes, comenzando por el gran Paavo Lötjönen que tras daruna voltereta en el aire fue recibido con aplausos, finalizando conEicca agradeciendo al público mexicano y despidiéndose con algoque dijo, “era material clásico obligado”, terminando susetlist con “Hall of the mountain king”, su versión de unaobra del gran maestro Edvard Grieg.
Tras ello los músicos salían del escenario cuya oscuridad fueinvadida por la súplica del respetable que pedía “más,más”. Y sin mucha demora la banda nuevamente salió paradeleitar a los asistentes con un verdadero clásico de Metallica ydel rock en general como lo es “One”, para propiciar otromomento especial de la velada y finalmente cerrar con broche de oroal interpretar “I don´t care”, tema con el que se despidierondefinitivamente de tierras queretanas, pero con una evidentepromesa de retorno que seguramente podrá darse en el siguienteaño, cuando la banda inicie la gira del 20 aniversario de suprimer trabajo.
Una mención honorífica merecen los promotores y productores deeste evento por cuidar absolutamente todos los detalles al mínimo,puntualidad perfecta, seguridad genial, sonido impecable, escenarioinmejorable, todo para hacer de este concierto inolvidable.