Arme presenta disco de etno-rock

La banda busca reivindicar su cultura y la lengua hñäñho, a través de este proyecto creado en 2015, en la localidad de Chitejé de Garabato, Amealco

Donna Oliveros|Diario de Querétaro

  · domingo 29 de diciembre de 2019

Lugareños están tan familiarizados con el rock que incluso armaron el slam en pleno concierto|Foto: Miriam Martínez|Diario de Querétaro

Al norte del municipio de Amealco de Bonfil, en la comunidad de Las Salvas, la banda de etno- rock experimental, Arme, organizó un concierto para presentar su primer álbum “Árbol sin raíces”; un proyecto discográfico que ha sido inspirado en la cultura y la lengua de esta tierra, y con el cual los músicos buscan recuperar sus raíces culturales y abrirse paso en la escena musical nacional.

Identificado no solo por el uso de instrumentos tradicionales como el huéhuetl, las sonajas y las ocarinas, sino también por el trasfondo de sus temas, el ensamble conformado por Luis Esteban (batería, percusiones, huéhuetl y ocarinas), Leandro González (bajo, coros y ocarinas), Alejandro Marcos (guitarra), Edgar Valerio (voz y guitarra rítmica) y Amaranta Gálvez (coros), se integró hace dos años; aunque la idea se gestó mucho antes.

Valerio asegura que en 2015, motivado por su pasión musical y por su deseo de contribuir con su comunidad marcada por la migración y los altos índices de violencia, drogadicción y alcoholismo, decidió dar el primer paso. “Para mi el rock y el arte en general es un lenguaje que nos permite transmitir algo (...) Ser artista es una gran responsabilidad porque los niños van a ser un reflejo de nosotros; si somos alcohólicos, drogadictos, violentos, si somos todo eso como músicos, ellos inmediatamente lo van a replicar. Pero, si ven que a través del rock transmitimos un mensaje o hacemos algo diferente, yo creo que se pueden encaminar por ahí”, afirma el vocalista.

Tanto Valerio como el resto de los integrantes de la banda se han dado cuenta de que el rock no es extraño para los habitantes de esta zona; pues a las comunidades este género llegó de la mano del proceso migratorio acaecido con la crisis económica de los 80, que arrancaría por esa época a muchos campesinos y familias enteras de sus tierras.

“Las personas empezaron a salir a la ciudad de Querétaro y adoptaron ese ruido como una forma de protesta y libertad. Los jóvenes empezaron a identificarse con ese movimiento, principalmente por los problemas sociales que se vivían aquí y la discriminación”.

A través de este primer disco, la agrupación retrata el descontento social y la realidad cultural de sus comunidades, destacando en varias canciones la pérdida paulatina de la identidad cultural y de la lengua hñäñho.

También discurren sobre la cosmovisión y la historia de otras culturas en Querétaro y el sur del país, a través de canciones como “Haxjöö xaha” –sobre el mito otomí de la tortuga protectora del agua en Tolimán–, y “Jacinto Canek”, el último príncipe maya.

Árbol sin raíces

“Soy la memoria de mi pueblo que no tiene recuerdos, soy la voz que nunca aprendió a hablar otomí, por el miedo de mis abuelos a ser discriminados”, se escucha en el tema homónimo de este primer disco, cuyos ocho tracks fueron interpretados frente a familias y lugareños de Las Salvas.

Al unísono de “La muerte de un anciano”, “México, “ARME”, “Cuando la muerte” e “Historia de amor”, un público conformado en su mayoría por jóvenes y niños, armó el slam en grande, y el headbaging se apoderó de la noche.

Acompañados por Dalila’s Death y de Resistencia rockera, quienes fueron los encargados de abrir el concierto, Arme obsequió a los asistentes algunos ejemplares de este disco, que fue producido en Albatros Studio, con el apoyo del Programa para el Desarrollo Integral de las Culturas de los Pueblos y Comunidades Indígenas (PRODICI).

Próximo proyectos

Además de su trabajo como auxiliar de limpieza y jardinería en el municipio de Amealco, Valerio es promotor cultural en el Cerro del Gallo. Desde hace un año, cada sábado viaja con su guitarra hacia esa lejana localidad almeancense, para compartir con los niños de este lugar, su afición por la música; convencido de que el arte es una buena estrategia para disminuir el rezago social y cultural en el que se encuentra la población.

De esta experiencia también ha salido la inspiración para los temas del segundo disco, dice, como es el caso de “El árbol y el gorrión”, una canción que “escribí cuando iba al Gallo a ver a los niños. [Todo empezó] en un ejercicio de composición, yo les dije que escribieran lo que más les gustaba de su pueblo y lo que no;‘nos gustan los árboles, su cerro, los animales, y no nos gusta que llegue gente extraña y se robe las plantas y los árboles’ ”, recuerda que expresaron sus alumnos.

Además de abordar temas como el extractivismo de los recursos naturales, Valerio adelanta que el reto es grabar a mediados del próximo año diez temas, incluido uno completamente en hñäñho, en los que también hablarán sobre el parto tradicional, que todavía practicado en la zona, además del tema de los feminicidios.

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