La música, más allá de ser un medio de entretenimiento, es un arte que invita al descubrimiento propio y la consolidación de la identidad; por lo menos ese papel ha jugado en la vida de Edgar Valerio Salvador, vocalista, guitarrista y compositor del grupo queretano de etnorock Arme.
Desde su establecimiento en 2015, la banda formada en el municipio de Amealco de Bonfil, se ha caracterizado por su incursión en este género, caracterizado por utilizar instrumentos prehispánicos o precolombinos para la ejecución de los temas.
No solo destacan por el uso del huéhuetl, las sonajas y las ocarinas, también lo hacen por los temas que llevan a sus rolas, relacionados con la cultura y la lengua de su tierra.
Para Edgar, éste proyecto musical ha formado parte de su propio proceso de reflexión y aceptación de su identidad como indígena; aspecto que ha plasmado en las canciones que compone, de ahí el título del primer disco, Árbol sin raíces, o inclusive el nombre de la banda que en otomí quiere decir “tortilla”.
“Previo a mi trabajo en la banda trabajé por muchos años como promotor comunitario, luego llegué al teatro comunitario, este camino me hizo adentrarme en un propio proceso de búsqueda de mi identidad. Al principio yo no me asumía parte de la comunidad [indígena], mis abuelos hablaban la lengua, pero yo no, así que realmente no sabía dónde encajaba yo".
“Cuando empecé a trabajar en la compañía queretana de teatro indígena fue cuando comencé a reconocerme a mí mismo y a mis raíces. En la compañía me tocó dialogar con otros compas que también tenían las mismas inquietudes. Me di cuenta que había compañeros que hablaban la lengua, pero no se asumían su parte indígena, y luego estaban personas como yo que carecíamos de ese elemento cultural pero que nos encontrábamos en un proceso de autoreconocimiento”, expresó el vocalista.
La aceptación y el reconocimiento del grupo ha sido toda una odisea, el guitarrista explicó que afortunadamente dentro de su comunidad se ha presentado un auge de la popularidad de la música rock, de la cual se han beneficiado. “Hay mucha bandita roquera y como que [el género] se ha hecho popular entre las personas. Siendo sincero, al principio sí fue algo difícil, el que aceptaran nuestro proyecto, en un inicio éramos los ‘weyes que tocaban música rara’, pero con el tiempo eso ha ido cambiando. Nuestra música ha gustado porque es un contenido que habla de todos estos temas de los que podemos identificarnos y vernos reflejados. Ahora gozamos de la fortuna que nos voltean a ver y nos invitan a los eventos, claro que hay un trabajo por parte nuestra, pero nos han llegado invitaciones como para el Festival de Cultura Indígena, en donde desde el primer momento piensan en nosotros y eso nos llena de satisfacción”, comentó.
El próximo 18 de agosto, a las 19:00 horas, el grupo de rock se presentará en la segunda edición del Festival de Cultura Indígena realizada por la Secretaría de Extensión y Cultura Universitaria de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) que tendrá lugar en la cabecera municipal de Amealco.
En esta presentación se podrán escuchar rolas de su primer álbum, Árbol sin raíces, el cual fue lanzado a finales de 2019 y cuya promoción se vio interrumpida por la pandemia de 2020; de igual forma se presentará material nuevo que compusieron durante el período de pandemia y que integra los próximos dos discos que tiene programado lanzar el próximo año; todavía no tienen claro si cada uno por separado o si será un disco doble.
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Árbol sin raíces ya puede escucharse en plataformas como Spotify. Para mayor información sobre la banda, ver en la página oficial de Facebook: @ARMEROCK.