Bien y de buenas con Los Cafres y Auténticos Decadentes

Margarita Ladrón de Guevara/Colaboradora

  · sábado 20 de octubre de 2018

Fotos: José Alvirde/Colaborador

La plaza Santa María fue nuevamente el escenario para el ska, reggae y cumbia, que combinada sonó desde las 21 horas con el grupo abridor La Skandalosa Tripulación. El público, integrado en su inmensa mayoría por veinteañeros que ocuparon el 70% de la plaza, saludó con entusiasmo el primer corte y de ahí para la siguiente hora el ambiente fue subiendo de temperatura.

A las 22 horas arribaban al escenario Los Cafres, quienes visitan Querétaro y varias ciudades mexicanas con su gira Sigo Caminando, y con su reggae romántico y buena onda, deleitaron a los presentes por otra hora más. Sigo Caminando Tour festeja las tres décadas de la banda más su disco Alas Canciones, lanzado en 2016 y del cual interpretaron Perdón, Sé que el mar y Puedo; así como sus éxitos Bastará, Momento, Casi que me pierdo y Loco. Los diez Cafres encabezados por su vocalista Guillermo Bonetto agradecieron el cariño de los queretanos y recordaron que el miércoles de esta semana cumplieron 31 años de tocar juntos.

Media hora más tuvo que esperar el público fuera ver en el escenario al grupo estelar. Los Auténticos Decadentes sonaron ¿Cómo me voy a olvidar? a manera de saludo aniquilando la impaciencia del público.

Gustavo Parisi fue el encargado de saludar a los queretanos tras tres canciones de corrido. “Querétaro es una cita infaltable cuando venimos a México, un país tan grande y de gente tan linda”. El público demostró merecer el piropo del argentino y no dejó de corear las canciones el resto de la noche, entre ellas Alma de robot, Diosa, Viviré por siempre, Tutá tutá, Un osito de peluche de Taiwán, Vení Raquel y El pájaro vio el cielo y voló. Canciones que han acompañado al grupo formado en 1986 por largas giras por Latinoamérica, en las cuales, como dijo Parisi, Querétaro es visita obligada.

Ya pasaba de la una de la mañana cuando el ritual de música, baile, humor y humores terminó. La juventud ahí congregada abandonó el recinto sin complicaciones y sintiendo el frío otoñal queretano.