Cómo se rodó en Colombia la serie sobre El Chapo

Redacción

  · lunes 10 de abril de 2017

Ante la falta de garantías de seguridad en México, Univision y Netflix tuvieron que trasladar en octubre la producción a varios puntos de Colombia.

TABIO, Colombia (AP) — Mientras El Chapo pasaba sus últimosmeses aislado en una prisión mexicana, en Colombia se montaba unaoperación sigilosa para recrear los escenarios de una vida depelícula y grabar la serie sobre el mayor capo la historiareciente.

Ante la falta de garantías de seguridad en México, Univision yNetflix tuvieron que trasladar en octubre la producción a variospuntos de Colombia, un país que en algún momento fue el epicentrodel tráfico de drogas y la violencia en el hemisferio. Aquellossitios se convirtieron en Sinaloa, Guadalajara y la frontera conEstados Unidos.

La grabación pasó desapercibida en Colombia, donde al momentode pedir permisos cambiaban el título real —"El Chapo"— por"Dolores de amor", para que pareciera una telenovela y evitaranllamar la atención. Incluso media decena de extras que fueronconsultados durante un día de rodaje aseguraron desconocer latrama, en la que participaban como soldados por la mañana ysicarios por la tarde.

"Por cuestiones de seguridad siempre pensamos en irnos a otropaís a contar la historia de una persona real que todavía vivíaen México en el momento en que empezamos la serie", dijo a TheAssociated Press el productor Daniel Posada desde la localidad deTabio, donde se ubicaba una de las locaciones.

"Colombia fue una buena opción porque tiene equipos muypreparados y visualmente es muy parecido a México", agregósentado frente a una plaza colonial con una iglesia y un parque.Desde ahí, sólo faltaría subir la temperatura de la luz en lafase de posproducción para que el símil sea perfecto.

Posada aseguró que la producción, en la que participaroncientos de personas, no ha recibido amenazas del narcotráfico pesea que Guzmán sigue vivo y su cartel aún opera en México y tienelazos con Colombia.

A diferencia de capos como Pablo Escobar, la televisión noesperó a la muerte de Guzmán para convertirlo en una estrella deficción. La serie dedicada a su vida se estrenará el 23 de abrilen Estados Unidos por Univision y un par de meses después en elresto del mundo a través de Netflix.

Para Marco de la O, el actor mexicano de 38 años que encarna alnarcotraficante expatriado en enero a una prisión de máximaseguridad de Estados Unidos, lo más difícil fue recrear unapersonalidad de la que hay pocos registros visuales. Todos conocensu bigote, que se fugó dos veces de la cárcel y que amasó una delas fortunas más grandes del mundo, pero pocos saben cómo habla ocómo camina. ¿Pensó alguna vez en retirarse? ¿Fue un buen hijo?¿Cómo seduce a sus mujeres?

"Fue un reto personificar al Chapo por lo complejo que es... Esun personaje demasiado completo", dijo De la O a la AP.

Después del maquillaje, su parecido con el capo esestremecedor.

La investigación para escribir la serie empezó tres añosatrás. El guion, que no pretende ser un documental sino larecreación de una historia anclada a la hemeroteca, se alimentóde reuniones semanales con un equipo de periodistas expertos en eltema, reportes de la agencia estadounidense antidrogas, estudiospsicológicos a los que Guzmán fue sometido en la cárcel, librosy fuentes cercanas a él.

"No conozco un narcotraficante que haya tenido una vidafuncional tan larga y de cada una de sus etapas han quedadotestigos que nos han dado información que nos ha permitido hacerun balance de las características psicológicas y el semblante delpersonaje", afirmó Gerardo Reyes, director de la unidad deInvestigación de Univision y asesor de la historia. El resultadofinal, subrayó, fue una combinación de la realidad y la ficción."Como es normal, en algunas cosas estuvimos de acuerdo, en otrasno", apuntó.

El bombardeo de la casa de una mujer con flores para seducirla,la obsesión por dirigir hasta el más mínimo movimiento de suestructura criminal y las relaciones del capo con la DEA sonalgunos de los detalles que quienes han seguido los movimientos delcapo por décadas han podido aportar al perfil de El Chapo.

"Hemos querido evitar caer en la imagen de Robin Hood que muchosproyectan de él: viene de un entorno pobre, pero tenía laobsesión de no volver a serlo y en ese empeño fue tambiénextremadamente violento", explicó Reyes, quien dedicó parte de sucarrera a investigar carteles y estuvo cerca de entrevistar aGuzmán en 2013.

Antes de empezar la escena de un tiroteo con frenazos decamionetas incluidos, De la O evitaba posicionarse sobre elpersonaje que interpreta. Su atractivo, insistió, reside en sucapacidad de encarnar al héroe, para unos, y al villano, paraotros. "Yo no puedo juzgarlo. Desde la perspectiva de los actoresno se juzga a los personajes si son buenos o malos... Contamos laverdad y esa verdad puede ser cruda", agregó el actor, quien hastaahora nunca había tenido un papel en televisión. Como intérpretede teatro, bromea, hizo desde Hamlet hasta Pinocho y nadie nunca levio parecido con el capo.

José Refugio Rodríguez, uno de los abogados de Guzmán Loera,dijo desconocer la existencia de la serie y afirmó que nadie sepuso en contacto con ellos. "Si están sacando algo no autorizadopor el señor, si empiezan a atacarlo, si sacan algo de su vidaprivada, está claro que habrá una respuesta legal", señaló alser consultado por AP. Rodríguez se limitó a indicar que en dadocaso lo lógico sería poner una "demanda civil" pero aclaró queprimero habría que ver de qué trata la serie y esperar lasórdenes del propio Guzmán Loera.

Sin embargo, el narcotraficante, que desde su celda en NuevaYork no tiene acceso más que a una radio y una bicicleta estáticay ve el sol durante una hora al día, no es el único que puedesentirse ofendido con el programa.

Como si fuera un espejo de la expansión criminal de la bandaliderada por Guzmán, la historia profundiza también en lacorrupción del Estado mexicano que le permitió desarrollarse. "Laserie plantea la paridad que puede existir en dos tipos deambiciones distintas que van convergiendo y que de alguna maneralos lleva (a los dos personajes) a la misma pregunta: ¿paraqué?", explicó Humberto Busto, quien caracteriza a Don Sol, unpolítico que sintetiza a varios funcionarios mexicanoscorruptos.

"Si de todas maneras todos vamos a acabar en una tumba yrealmente no vamos a llevarnos nada, ¿qué es lo quebuscamos?".