/ domingo 22 de enero de 2023

Con sketches y monólogos, Adal Ramones y Adrián Uribe se presentan como Chavorrucos

Presentaron en México dos funciones de la gira que iniciaron el año pasado en Estados Unidos

Hay que envejecer con dignidad, sí; pero también hay que hacerlo con humor, con cábula hacia uno mismo, aunque parezca que uno no madure nunca. Con esa premisa salieron al escenario del Teatro Metropólitan, los actores y comediantes Adal Ramones y Adrián Uribe, para presentar su espectáculo ChavoRucos Tour 2023, después de una exitosa gira por Estados Unidos.

Ambos comediantes hicieron reír al público que llenó el recinto, a través de diálogos, sketches en vivo y grabados, monólogos y hasta un absurdo, pero chistoso intento de musical. A través de todos esos recursos, los actores sacaron varias carcajadas al recordarles a los asistentes lo gracioso que puede haber en el hecho de comenzar a olvidar las cosas, reconocer que ya comienzan a doler las rodillas y la espalda, y el “vergonzoso” hecho de que uno simplemente comienza a perder control de sus propias cavidades, llegando a determinada edad.

Durante todo el tiempo, parecía que competían por saber quién se había vuelto ya la gran figura cómica de su generación, por lo que se reprochaban y daban de codazos en relación a su carrera como comediantes, la cual sin dudas formó parte de la educación de los entonces adolescentes y adultos netamente jóvenes, fuertemente influenciados por la televisión de los noventa del siglo pasado y la primera década de lo que va de éste.

De este modo llegan hasta el escenario frases icónicas del programa Otro Rollo, como la clásica pregunta que Adal hacia en su programa “¿Quieren monologueee?”; y de personajes emblemáticos creados por Adrián Uribe, como el microbusero Vitor y el mesero Carmelo, quienes de una u otra forma ya forman parte de la actitud del actor durante todo el espectáculo.

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Como un espejo que lo distorsiona todo, pero aun así muestra en el fondo de su reflejo la realidad, el show también es una oportunidad para reírse no sólo de los cambios corporales, sino también de los políticos, tecnológicos y sociales por los que ha pasado esa generación (la integración de las redes sociales y la vida digital, el cambio de régimen que vino con la 4T y la pasada pandemia, que a más de uno incitó ha hacer tonterías inexplicables, como el comprar cientos de rollos de papel).

Ambos comediantes, se presentaron también este sábado en el Auditorio Telmex de Guadalajara y seguirán a partir del 10 de marzo por Estados Unidos.

Hay que envejecer con dignidad, sí; pero también hay que hacerlo con humor, con cábula hacia uno mismo, aunque parezca que uno no madure nunca. Con esa premisa salieron al escenario del Teatro Metropólitan, los actores y comediantes Adal Ramones y Adrián Uribe, para presentar su espectáculo ChavoRucos Tour 2023, después de una exitosa gira por Estados Unidos.

Ambos comediantes hicieron reír al público que llenó el recinto, a través de diálogos, sketches en vivo y grabados, monólogos y hasta un absurdo, pero chistoso intento de musical. A través de todos esos recursos, los actores sacaron varias carcajadas al recordarles a los asistentes lo gracioso que puede haber en el hecho de comenzar a olvidar las cosas, reconocer que ya comienzan a doler las rodillas y la espalda, y el “vergonzoso” hecho de que uno simplemente comienza a perder control de sus propias cavidades, llegando a determinada edad.

Durante todo el tiempo, parecía que competían por saber quién se había vuelto ya la gran figura cómica de su generación, por lo que se reprochaban y daban de codazos en relación a su carrera como comediantes, la cual sin dudas formó parte de la educación de los entonces adolescentes y adultos netamente jóvenes, fuertemente influenciados por la televisión de los noventa del siglo pasado y la primera década de lo que va de éste.

De este modo llegan hasta el escenario frases icónicas del programa Otro Rollo, como la clásica pregunta que Adal hacia en su programa “¿Quieren monologueee?”; y de personajes emblemáticos creados por Adrián Uribe, como el microbusero Vitor y el mesero Carmelo, quienes de una u otra forma ya forman parte de la actitud del actor durante todo el espectáculo.

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Como un espejo que lo distorsiona todo, pero aun así muestra en el fondo de su reflejo la realidad, el show también es una oportunidad para reírse no sólo de los cambios corporales, sino también de los políticos, tecnológicos y sociales por los que ha pasado esa generación (la integración de las redes sociales y la vida digital, el cambio de régimen que vino con la 4T y la pasada pandemia, que a más de uno incitó ha hacer tonterías inexplicables, como el comprar cientos de rollos de papel).

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