El fin de año se encuentra a pocas semanas de llegar a nosotros y nadie más que Diego Ojeda sabe lo que significa prepararse para lo que sigue. Nueva música y conciertos para despedir el año son las novedades que el cantautor español tiene para su público, pero sobre todo la enseñanza del arte de renacer.
Diego Ojeda, compositor, cantautor y poeta español, ha dedicado gran parte de su carrera musical a escribirle versos al amor. Hoy por hoy, su mente lo ha llevado a experimentar con otras temáticas y el amor por sus hijas han guiado su pluma a plasmar su legado en la lírica.
Con motivo de su próxima visita a Querétaro, el compositor acudió a las instalaciones del DIARIO DE QUERÉTARO para platicar sobre su más reciente proyecto musical: El Fin del Ayer, un álbum compuesto por 10 temas y que narran su propia experiencia con la solemnidad de los nuevos comienzos.
¿Cómo fue el proceso de construcción de este álbum?
Diego: Una de las cosas que más me fascinan de este disco, es que tanto conceptualmente como en el repertorio, el número de canciones, el título, etcétera, es que este proyecto no fue premeditado. Gran parte de mi carrera siempre la había pasado planeando y planeando, y en el caso de este disco, nació sin que yo no tuviera en mente.
No tenía ni siquiera en mi cabeza publicar un nuevo álbum, las canciones fueron naciendo por sí mismas, al igual que las colaboraciones, y solo un día me di cuenta que ya tenía estas 10 canciones que de alguna manera tenían un hilo conductor y que debían pertenecer a un mismo disco, porque de alguna manera el lanzarlas en un álbum también es cerrar una etapa.
Hablando del cierre de una etapa, el título de tu disco hace referencia a un renacimiento, ¿por qué llamarlo El Fin del Ayer?
D: Para mí en este caso, y en la vida en general, la palabra fin o final siempre ha llevado implícito un principio, un nuevo punto de partida, un comienzo. Y no es por exceso de optimismo, sino porque así es como he vivido yo. De alguna manera cada etapa que se cierra, cada relación que termina, siempre llega algo después, sea mejor o peor, pero el nuevo comienzo siempre es seguro.
Así que por un lado, el título tiene algo de nostalgia, hace referencia a que algo terminó, a que algo se quedó en el pasado, pero al mismo tiempo tiene esta otra cara, este lado B, de hecho una de las canciones lleva por nombre Cara B y habla de esta dosis de optimismo y melancolía. Creo que gran parte de las canciones tienen su lado melancólico, pero también tienen su dosis de esperanza, por eso creo que las hace extremadamente especiales.
¿Por qué tu necesidad de hablar de la esperanza y la melancolía en tu música? ¿Qué te inspiró a tomar esa decisión?
D: Creo que la inspiración para componer va cambiando con los años. Hace 10 años escribía solamente del amor y desamor, y era válido, en ese entonces era lo único que me preocupaba en el mundo. Pero ahora, el hecho de ser papá ha traído a mi música y a mis poemas otro enfoque, ahora hablo de la trascendencia, del legado que le dejaré a mis hijas. En mis canciones aprovecho para contar de mis experiencias, pero pensando en cómo contárselas a mis niñas, cómo puedo hacer que me comprendan un poco más, ¿qué les puedo dejar a ellas?
Eso es lo que me motiva a escribir hoy en día. Parto desde mis vivencias, luego de ahí se van universalizando las ideas, los sentimientos, los miedos, y así sucesivamente.
Como artista, ¿cómo ha sido el adaptarte a las nuevas tendencias de las redes sociales y su influencia en la industria de la música?
D: Demasiado estresante. Antes cada que lanzábamos una canción o un disco nos preocupaba el que la canción estuviera bien grabada, que realmente estuviera buena. Ahora tengo que estar al pendiente del video, de la historia de instagram, del directo y es sumamente terrible.
A mi me estresa demasiado todos estos cambios. Hay una canción de mi disco que se llama Soy de los 80’S y habla un poco de esa sensación que tengo a veces, de que un día me siento joven, porque realmente me considero joven tengo 38 años y me siento con mucha vitalidad y tengo muchas ganas de aprender, de adaptarme a todo. Pero al mismo tiempo son tantas las cosas que han ido emergiendo que siento que me voy quedando atrás y aunque hago mi mejor intento y hago por aprovechar todo lo que nos brindan las redes sociales, no siempre es suficiente.
Yo veo a la humanidad y pienso en dos posibilidades para el futuro: que nos extingamos como especie o que volvamos a lo primitivo. Ahora con la inteligencia artificial, que hay hasta programas que componen canciones, hacen que uno se sienta inútil, pero creo cada vez más personas nos hemos ido fastidiando de tanto avance y volteamos a ver lo que hacíamos hace un par de años. Eso me da muchísima esperanza y fe en el futuro.
En tu carrera como artista, ¿qué es lo que sigue para ti? ¿Cuál es el principio de tu fin?
D: Mira yo hace mucho tiempo dejé de pedirle ‘grandes cosas a la vida’, hubo una época de mi vida en la que le pedí mucho y ella me lo dio pero no lo supe gestionar y lo mandé al carajo. Así que ahora le pido muy poquito, sólo lo necesario para continuar como estoy, seguir cantando, que es lo que me apasiona y me mantiene económicamente a mí y a mi familia.
Terminando esta gira promocional de mi más reciente proyecto, arrancaré otra enfocada en los 10 años del lanzamiento de Mi Chica Revolucionaria que fue un libro de poesía muy importante dentro de mi carrera y que me impulsó dentro del mundo editorial, así que realizaremos una gira en celebración de ella.
Y muchos más proyectos que iré dando a conocer poco a poco.
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¿Qué es lo que el público de Querétaro puede esperar de este concierto?
D: Bueno, Querétaro siempre me ha abierto las puertas y no tengo dudas que será un conciertazo. Habrán amigos artistas invitados y pondremos el broche de oro a lo que ha sido la gira de El Fin del Ayer. Será una noche muy bonita y especial para nosotros, así que ¡nos vemos ahí!
Se presentará el 16 de diciembre en FenixLab (originalmente la presentación se iba a realizar en el Foro Experimental del Teatro Metropolitano). Los boletos se encuentran a la venta a través del 442 337 5410. Los precios se encuentran entre los 600 y 700 pesos.
