EFE.- El escritor español Eduardo Mendoza fue galardonado estemiércoles con el premio de literatura Miguel de Cervantes, elNobel de las letras hispanas, un galardón que el autor definiócomo "el final de un trayecto".
"Lo considero un poco el final de un trayecto (...) cierra unciclo. Es un premio que viene a decir que la cosa al final hasalido bien", afirmó el veterano autor de 73 años en una rueda deprensa en Londres, pocas horas después de saberse premiado.
Mendoza, que vive a caballo entre Londres y Barcelona, explicóque se había enterado del premio en plena calle al recibir lallamada de un número desconocido. "Me he llevado un susto. Me hedicho 'madre mía, qué apuro, y no está Carmen Balcells'",afirmó en referencia a su agente literaria, consejera y amigafallecida hace poco más de un año.
El prolífico autor de la "Ciudad de los prodigios" resultóganador por mayoría por su literatura "llena de sutilezas eironía", señaló el ministro de Cultura Iñigo Méndez de Vigo alanunciar el ganador del galardón.
El Premio Cervantes, considerado como el Nobel de las letrashispanas, creado en 1975 y dotado con 125.000 euros (133.000dólares), vuelve de nuevo a España, tras haber sido entregado alnovelista mexicano Fernando del Paso en 2015.
La aparición "repentina" en 1975 de este escritor de 32 añosprocedente del mundo de la traducción con "La verdad sobre el casoSavolta", representó uno de los "hitos de la Historia de la novelaespañola", explicó el presidente del jurado, Pedro Álvarez deMiranda.
Por esos tiempos, recordó, la novela española estaba tratandoaún de recuperarse del "boom latinoamericano", y esta obra puso a"la novela española a la altura de la novela" de ultramar.
Para el jurado "Eduardo Mendoza, en la estela de la mejortradición cervantina, posee una lengua literaria llena desutilezas e ironía, algo que el gran público y la críticasiempre supieron reconocer, además de su extraordinariaproyección internacional".
Reconocido dentro y fuera de España, el escritor cree que estetipo de premios sirven para "hacer balance": "Llega un momento enque por razones biológicas, y personales, uno ha de pensar enretirarse. Quizás tendría que hacerlo, ahora que he ganado laChampions", bromeó.
Hijo de un fiscal y abogado de formación, profesión quetambién ejerció durante algunos años, en 1973 Mendoza setrasladó a Nueva York para trabajar como traductor en la ONU, dosaños antes de publicar su primera obra.
"La verdad sobre el caso Savolta" traza un retrato de las luchassindicales de principios del siglo XX en la Barcelona de la épocay es considerada la primera novela de la transición democráticaen España, tras la muerte del dictador Francisco Franco en esemismo 1975.
Tras diez años en la ciudad americana de los rascacielos, dondeincluso llegó a servir de intérprete en una entrevista entre elentonces jefe del gobierno español, Felipe González, y elpresidente estadounidense Ronald Reagan, Mendoza regresa aBarcelona y en 1986, llega "La ciudad de los prodigios",considerada su obra cumbre.
Admirador de Cervantes y de Pío Baroja, este escritor tímido,de pelo y bigote canosos, incursionó también en la prensa concolumnas de opinión en El País, donde también publicó unahistoria por entregas sobre un extraterrestre en la Barcelonaprevia a los Juegos Olímpicos de 1992, que luego recogió en ellibro "Sin noticias de Gurb".
"'Sin noticias de Gurb' me convirtió en un escritor de humor(...) Es difícil, para bien o mal, encontrarse a alguien que noconozca el libro en España", aseguró este miércoles,reivindicando el humor en la gran literatura: "Siempre se hapensado que la novela, para ser buena tenía que ser dramática, yera inútil recordar que El Quijote, el Lazarillo de Tormes, lasobras de Quevedo o en las de Dickens, hay humor".
Mendoza, que ha publicado 15 novelas, dos libros de relatos,ensayos y obras de teatro, ha ganado entre otros el Premio de laCrítica por "La verdad sobre el caso Savolta" y el Planeta por lanovela "Riña de gatos. Madrid 1936".