Desde las 19:30 horas de ayer, los asistentes se hicieron presentes en los alrededores del Estadio Corregidora para llegar a su cita con Marco Antonio Solís.
El tráfico era evidente, por lo que algunas personas optaron por llegar caminando al recinto, con la esperanza de evitarlo. Encontrar estacionamiento era una osadía. Por la avenida Fray Luis de León no cabía ni un alfiler, pero la limitante disponibilidad de estacionamiento no detendría a los queretanos. Estaba decidido que nada se Interpondría entre ellos y “El Buki”.
Ante las amenazas de madre gea, el público cargaba consigo impermeables, paraguas y abrigos. Los vendedores se hacían presentes desde la altura del Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer. Ofrecían impermeables, lonas, capas y snacks, todo el kit de supervivencia por si un diluvio azotaba el “Coloso del Cimatario”.
Vestidos de noche, vestidos cóctel, camisas de vestir y playeras. El público se arregló con sus mejores prendas para recibir al cantautor.
En cancha había un stand de mercancía oficial con el estampado de El Buki. Playeras, gorras, posters y más recuerdos. Una variedad de opciones para los asistentes.
La espera fue larga. Desde las 20:58 horas las personas buscaban distraerse. Hicieron la famosa ola por todo el Estadio hasta que se aburrieron. Chiflaron y protestaron. No podían esperar a la hora que Solís pisara el escenario.
Cuando el momento llegó y todas las luces se apagaron, los gritos se hicieron escuchar por toda la cuenca.
El Buki salió portando un precioso conjunto de brillitos dorados y una camisa de satín color dorado:"¡Buenas noches hermanitos de Querétaro! Gracias, antes que nada, al que nos permite esta hermosa oportunidad, a nuestro queridísmo creador. Saludos y gracias por la vida. Y gracias por este hermoso momento que nos regala de estar en esta hermosa ciudad, en este estado, Querétaro. Ya hacía falta, una visitada por acá en estos lares", expresó Marco Antonio Solís ante 25 mil espectadores.
La "juventud romántica", los "50 y más" y el Buki compartieron una velada donde recordaron los clásicos de su repertorio en el que no faltaron “No puedo olvidarla”, “A donde vamos a parar” y “Si no te hubieras ido”.
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El artista homenajeó al amor, a la virtud del perdón y al dolor con sus canciones. "Ojalá que alguien de los que esta aquí presente se vaya más ligero, con menos equipaje" expresó el cantante entre el cambio de canciones.
La fecha en Querétaro formó parte de la gira "El Buki World Tour" , fue un espectáculo sold out y el más grande de toda su gira.
El artista incluyó en este tour más de 40 ciudades en Europa, Estados Unidos y México por sus cuatro décadas de trayectoria.
