Hoy llega a los cines la cinta “El club de los idealistas” que con tintes de nostalgia cuenta la historia de un grupo de amigos que se conocieron en la universidad e idearon el plan de comprar terrenos juntos donde todos construirían, el tiempo pasó y se reencuentran para la inauguración de la casa de Aranas (Juan Pablo Medina), quien vive con su esposa (Daniel Schmidt) y su hijo.
A la par de la narración surge un elemento retro que sirve como hilo conductor e ingrediente nostálgico, se trata de un cassette que no sólo marca los momentos importantes, sino que es parte de la historia que une a este grupo de amigos.
“Antes de que hubiera internet, spotify, iPod y todo eso, nos regalábamos cassetes con música que pudiéramos grabar de la radio o de donde sea, y luego esos objetos eran joyas para los amigos porque te acompañaban durante muchos años, te recordaban una época. Al inicio de la película le ponen play y los acompaña, se vuelve como el soundtrack de sus vidas”, detalla el director Marcelo Tobar.
Con respecto a las reflexiones que se hacen los personajes sobre si sus vidas van por buen camino o si son las personas que quieren ser, Tobar señala que la humanidad está justamente pasando por algo así debido a la crisis sanitaria. “Ahora en la pandemia que se nos quitaron todos los estímulos e hicimos una introspección un poco obligada, creo que muchos hicimos un corte de caja para cuestionarnos si realmente somos felices, es decir ¿esto es lo que yo quiero o solo me he creído que quiero hacer esto?, y eso es justo lo que les pasa a los personajes de esta película”.
Sin embargo, aclara que lejos de pretender ser aleccionador o crear fábulas con moraleja en el cine, su pretensión es retratar las historias de la manera más real posible, para que sea entonces el espectador el que piense y cuestione; “lo que yo quiero es moverles las entrañas y que cada quien reflexione lo que crea sobre el estado de su vida actual y tal vez reflexionar sobre cuáles son las cosas importantes en la vida”.
Para ello, retrató personajes que paso a paso van descubriéndose para reflejar a personas realistas, lejos de arquetipos. “Son complejos, como nosotros que en nuestro grupo de amigos tenemos un lugar muy particular, según esto una es la dark, otro es el galán, la cerebrito, pero luego todos sabemos que no solo somos eso y cuando se juntan los amigos y les dan unos mezcales empieza a salir todo; para bien y para mal, es decir, los amigos son un espejo de lo que fuimos y no nos dejan mentir cuando queremos posar sobre ser otra cosa”.
Y para darle vida a estos personajes contó con la participación de actores que están muy presentes en la memoria colectiva, tales como Claudia Ramírez, Nailea Norvind, Yolanda Ventura, Tiaré Scanda, Andrés Palacios, Daniela Schmidt y Gisselle Kuri, brindando la misma fuerza y oportunidad a todos, ya que considera, suele discriminarse el trabajo de los actores de telenovelas, pero para él no hay actores malos, sino guiones y directores malos.
Finalmente Tobar aclara que esta película es apta para cualquier edad, ya que dice, las personas de 30 años podrían “experimentar en cabeza ajena” para entender que deben tomarse decisiones desde el corazón y no para complacer a los demás, y por otra parte quienes han cumplido más de 40 años pueden entender que “nunca es tarde”. “No es como que ya se te acabó el 20, sigues siendo curioso e interesante; la juventud está en el espíritu, no en la edad física”, concluye.
Cine mexicano al alza
Con respecto a la industria fílmica, Tobar asegura que sin importar las condiciones, él se ha mantenido produciendo e incluso hizo la película “Oso Polar” con teléfonos móviles, y luego de la pandemia asegura que la gente entiende perfectamente cuando se habla de la cultura como un derecho humano, ya que sin ésta “la gente se hubiera vuelto loca”.
Y a pesar de los recortes presupuestales aplaude que el cine nacional continúe trascendiendo. “México es un país famoso por su buen cine a nivel mundial y hoy por hoy al país que vayas, al festival de cine que vayas, hay una representante mexicana digna o una ganadora del premio mayor del festival, hay autores y autoras a todos los niveles haciendo todo tipo de cine, desde el Oscar hasta el Festival de Venecia o los festivales latinoamericanos”.